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Revista: Número 76, Febrero - Marzo 2004
EDITORIAL
¡Papá, dame dinero!
...ya llegaré
Para muchos padres, el drama es ver como sus hijos se van haciendo mayores al margen de ellos, como los utilizan para sacar dinero, vivir cómodamente en casa, no asumir responsabilidades...
Tal vez, este también sea el drama de Dios Padre con nosotros: unos hijos que piden, que reclaman vivir con comodidad, que le hacen asumir todas las responsabilidades, pero que no saben nada de Él. No son capaces de mirarle a los ojos y ver tras ellos un amor entrañable.
Comenzamos la cuaresma. Se nos proponen cuarenta días para reconocer nuestra falta de sensibilidad con el Padre y prepararnos para poder disfrutar de su Amor en la Pascua, amor que se entrega y que resucitando nos hace partícipes de la vida eterna.
Para los padres de los que antes se hablaba, tal vez, no haya mayor alegría que un día, el hijo mirándolos a los ojos les diga: “¿Damos una vuelta?” “¿Nos tomamos algo juntos?” “¿Charramos un rato?” ...Dios a ésto lo llama oración.
O les diga: “¡No me voy de fiesta, para mañana irnos a la caseta juntos!” “Apago el CD para que descanses tranquilo” ...Dios a ésto lo llama ayuno.
O les diga: “Tomad parte de mi sueldo para ayudar en casa” “Me han regalado estas botellas: ¿Las abro para comer?” ...Dios a ésto lo llama limosna.
¡Qué fácil es hacer felices a los padres!
¡Qué fácil es hacer feliz a Dios!
Llevamos ya muchos meses de restauración, pero el paso de estos meses y la satisfacción de obras concluidas en muros, contrafuertes y ventanas no pueden hacernos pensar que está todo hecho: queda mucho trabajo y, sobre todo, colaboración.
Ya se han pagado 185.670 euros, pero se prevé que aun faltan 86.000 euros por pagar y el ritmo de la restauración no se detiene.
Ya podemos ver los primeros resultados de la restauración de la capilla de la comunión, en la cúpula: ¡Precioso!
En nuestras manos está recuperar el esplendor del templo.
¿Qué le aporta la oración?
Mi fuerza y mi energía vienen de ella. Rezar me da fuerzas, alegría... me permite saborear la vida y verla desde un punto de vista distinto.
Además, percibo que la oración te convierte más humilde, como lo era Jesús. Y es importante, porque a la sociedad en general nos falta humildad.
¿Cuál es su rutina diaria de oración?
Al levantarme por las mañanas, lo primero que siempre hago es dedicarle una hora al Señor y, a continuación, acudo a la celebración de la Eucaristía.
Ya, luego, durante del día, suelo realizar la liturgia de las horas y rezo otras oraciones como vísperas o completas.
Lógicamente, la cantidad de tiempo dedicado no es siempre igual. Depende de la voluntad de cada momento, la situación personal o las cargas del trabajo del día. De todos modos, el mínimo tiempo diario que ocupo rezando al Señor es de hora y media.
La lectura de la Biblia, la Palabra de Dios. ¿Qué importancia tiene para la oración?
Es fundamental. La Palabra es aquello que guía tu vida. Es totalmente necesaria.
Yo formo parte de dos grupos de oración: uno en la residencia de Santa Elena y otro en Picassent. Allí, leemos un pasaje de las Sagradas Escrituras y luego, en silencio, reflexionamos cada uno sobre lo leído.
También participo en diversos talleres de oración, porque veo que hay una gran necesidad de fomentar la oración entre la gente.
Pero, al igual que es importantísimo leer y buscar en la Biblia, también es esencial el silencio. A Dios sólo se le puede percibir desde la quietud. Para rezar es necesario encontrar un ambiente tranquilo que favorezca el diálogo con Dios.
¿Oración personal u oración en comunidad?
Bueno, hay que descubrir la oración personal, porque no se practica demasiado, pero también hay que involucrarse y unirse a todas las oraciones comunitarias posibles.
Las oraciones junto a tu comunidad son de una gran ayuda porque te unes a los demás, eres consciente de que no vives tu fe sólo, sino en unión con otras personas.
En mi vida, es la oración personal la que me transporta a la comunitaria.
Puede decirnos algunos tipos de oración, aparte de la personal y la comunitaria.
Vaya, hay métodos más sencillos que otros, pero todos son igualmente válidos.
Por ejemplo, a los jóvenes les ayuda mucho la oración escrita. Resulta algo tan fácil como escribir una par de palabras o una frase cada día reflejando como se ha sentido la persona ese día. Al cabo de una semana se lee todo lo que se ha escrito. Seguro que se saca algo de provecho.
Existe también la oración rezada, como el Rosario; la auditiva, donde es básico el silencio y que consiste en estar en silencio y escuchar al Señor, oír como nos habla, porque nos habla siempre.
Otra clase, es la oración de acogida, donde simplemente te pones en manos del Señor, para que sea Él quien guíe tu vida.
¿Cómo aconsejaría usted a rezar a la gente?
El primer consejo se llama rezar. A orar se aprende orando. Si no se reza, no se puede sentir a Dios ni tener experiencia de Él. El Espíritu Santo irá actuando poco a poco sobre uno.
En cuanto a consejos prácticos, lo primero es buscar un lugar adecuado para rezar, que será distinto para cada individuo. Allí se encuentra el ambiente necesario para encontrarse con el Padre. Si es preciso, se realizan ejercicios de relajación para librarse de las tensiones y las preocupaciones. Para empezar a rezar, puede venir bien leer la Palabra de Dios o alguna oración que nos guste o nos llame mucho la atención.
Lo más importante es que, sin importar tanto el método de oración, seamos regulares en el rezo.
Debemos rezar siempre, ser fieles a la oración, claro, comprendiendo que nuestra situación personal (física y anímica) no es siempre la misma. Si somos constantes en el rezo, llegaremos a la oración continuada. Así, se prolonga a lo largo de todo el día y, la mayoría del tiempo, sin darte cuenta. Te habitúas y ves la presencia de Dios en todas las cosas.
CUARESMA, TIEMPO DE LIMOSNA
Con la cuaresma nos preparamos a descubrir en Semana Santa, a un Cristo sufriente que ha vivido entregado a los pobres y excluidos toda la vida y que esto, que molesta a los poderes, le ha llevado a amar hasta el extremo en la cruz.
Han pasado veinte siglos y, hoy, seguimos encontrando a Jesús en el hermano que sufre. Sigue estando donde estuvo siempre.
En estas semanas, si queremos encontrarnos con Jesús, debemos dar y darnos en las cruces de hoy. Muchos campos en la parroquia nos pueden ayudar a encontrarnos con el crucificado: inmigrantes, paro, enfermos, casa grande, cáritas, presos... La limosna no es sólo dar, la limosna verdadera significa darse. ¿Qué significa dar si mi vida se queda indiferente?
¿Qué limosna se me pide que viva?
CUARESMA, TIEMPO DE AYUNO
¿Es posible ayunar en el 2004?
¿Qué sentido tiene hoy en día ayunar? Siempre se ha relacionado el ayuno con el sacrificio de no comer. Es una forma de sentir lo que siente el pobre.
El sentido cristiano actual del ayuno es mucho más profundo que todo eso. Ayunar es cambiar: Cambiar actitudes egoístas de mi tiempo y de mi dinero.
Pensar menos en mí y más en los demás. Ayunar es dejar de lado las cosas y actitudes que me alejan de los aspectos importantes de la vida: Dios, amar, familia, solidaridad, tolerancia, compromiso, esfuerzo, generosidad...
Ayunar es cambiar horas de televisión por tiempo de diálogo en la familia, horas de fútbol por escuchar a las personas cercanas con problemas, tiempo de pub's y discotecas por momentos de oración y de búsqueda interior del significado de mi vida.
Ayunar es eliminar los "ruidos interiores" que me alejan del camino de la felicidad: la ambición por tener cada día más, por destacar por encima de los demás, por pensar sólo en la profesión, por buscar el placer cómodo y rápido...
Cuaresma es tiempo de ayuno, pero no sólo un ayudo alimenticio: un ayuno de verdad, del profundo.
¿Qué ayuno se me pide que viva en esta cuaresma?
CUARESMA, TIEMPO DE ORACIÓN
Encontrar durante nuestra jornada diaria momentos
sencillos para rezar y escuchar a Dios
La cuaresma llega, un año más, como un aldabonazo en nuestra conciencia.
Este tiempo fuerte se reviste con un doble carácter: de una parte, disponernos para una más atenta escucha de la palabra de Dios y para la oración intensa; y de otra parte, acrecentar los sentimientos de fraternidad dando cabida a la disponibilidad ante las necesidades del prójimo.
La oración es indispensable para el creyente, es poder disfrutar de la presencia de Dios en cada acontecimiento, en cada momento...
Habríamos que buscar en esta cuaresma de 2004, momentos para hacer presente ante el Señor toda nuestra vida: nuestras ilusiones y esperanzas diarias, nuestra petición de ayuda, de perdón... nuestro deseo de fidelidad al Evangelio.
Otra forma muy útil de oración consiste en la lectura de los Evangelios. Os proponemos leer cada día el fragmento del Evangelio del 2004. O coger una Biblia de casa y leer el Evangelio: se trata de un texto fácil de leer, ágil y vivo, y es un buen acercamiento a la persona de Jesús.
Finalmente, en este tiempo deberíamos, si no lo hacemos, comenzar a disfrutar del encuentro con Dios en la Eucaristía dominical y en el sacramento del perdón.
¿Qué oración se me pide que viva en esta cuaresma?
CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS 2004
Hagamos un pequeño ejercicio de abstracción. Nos relajamos, cerramos los ojos y cruzamos mentalmente el océano Atlántico hasta llegar a Colombia. Una vez allí, seguimos viajando hasta Medellín, una ciudad importante, pero de las que más población de desplazados acoge. Allí, en su zona nororiental encontramos el colegio Madre Laura.
Abrimos los ojos y leemos el periódico. El gobierno colombiano acaba de aprobar el acto legislativo 00012. Un decreto que supone un brutal recorte económico en educación y salud. Ahora, las instituciones no alcanzan para dar cobertura a todos los niños: menos alumnos en las escuelas y peor educación para los afortunados de las aulas.
Nos levantamos de nuestro sillón y oímos por la ventana a niños jugando: seguridad social, colegios públicos... En el Madre Laura, no.
Miramos nuestros ahorros y algo podemos hacer. La Congregación de Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena han presentado a nuestro arciprestazgo un proyecto de 165.241 euros. Con la aportación de todos ampliarían las dotaciones del colegio para que nuevos niños pudieran estudiar, trabajar en condiciones dignas, saludables. El barrio se beneficiaría con un lugar de encuentro y celebraciones.
Cerremos de nuevo los ojos.................. ¿Les ayudamos?
Pero, está muy lejos................ ¿Es compromiso nuestro?
Por ahora hemos recogido en nuestra parroquia 11.600 Euros. A los que habéis participado: ¡gracias por vuestra generosidad! A los demás ¡aún estáis a tiempo!
Este curso pretende formar a las nuevas generaciones en continuidad con nuestra historia y en el conocimiento de la realidad parroquial, para así poder asumirla, integrarse en ella y avanzar.
Está orientado a 4º Juveniles y 1º Jóvenes dando una formación tanto personal, humana y comunitaria como doctrinal y pedagógica, buscando fomentar la vida de oración y la llamada de Cristo.
En sus contenidos, impartidos en años alternos, se contemplan los recursos para evangelizar (didácticos, pedagógicos) y el conocimiento teórico y práctico de la realidad parroquial y sus áreas.
Como método, son los propios miembros de cada área quienes muestran su labor mediante charlas, reuniones o involucrándolos en sus proyectos.
SE HABLÓ EN EL CONSEJO DE PASTORAL
Aparte de revisar y reflexionar sobre el primer trimestre, en el último Consejo de Pastoral Parroquial, se vio conveniente concretar en Cuaresma- Pascua la campaña de “los últimos”.
Es necesario que todos salgamos al encuentro de los más alejados, de los más necesitados, de los que no cuentan, siendo misioneros en Torrent, presencia del amor de Dios desde todas las áreas y grupos para TODOS.
El 13 de marzo Jesús Girón, seminarista que está realizando las prácticas pastorales en nuestra comunidad, será junto a 15 jóvenes ordenado diácono.
Los diáconos son signo sacramental y presencia de Cristo servidor. Ellos por su ministerio, nos recuerdan que no hay amor a Dios sin amor al prójimo, hacen presente a Cristo “servidor de los últimos”, y así nos invitan a atender a los más necesitados, y a despertar y orientar la caridad en la comunidad.
La comunidad que necesita de personas que por su ministerio nos acerquen a Jesús servidor, debe preocuparse por los que el Señor ha llamado al diaconado. Debemos rezar por ellos, acompañarles en su ordenación el 13 de marzo a las 11:00 horas en Moncada y ayudarles a ser fieles al ministerio recibido.
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