Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent
Área de Liturgia: Presentación
¿QÚE ES EL
ÁREA DE LITURGIA?
El área de liturgia ayuda a la Comunidad a celebrar su fe y tiene como
misión “que los fieles expresen en su vida y manifiesten a los demás el
Ministerio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia ... ,
sobre todo en el Divino Sacrificio de la Eucaristía” (CONCILIO VATICANO II, Sacrosanctum Concilium, 2).
“La celebración dominical de la Eucaristía tiene un papel
principalísimo en la vida de la Iglesia ...., es donde los cristianos reviven
de manera particularmente intensa la experiencia que tuvieron los Apóstoles la
tarde de Pascua” (JUAN PABLO II, Dies
Domini, 33).
“El Año Jubilar ha sido un año de oración personal y comunitaria más
intensa. Pero sabemos bien que rezar tampoco es algo que pueda darse por supuesto.
Es preciso aprender a orar, como aprendiendo de nuevo este arte de los labios
mismos del Maestro, como los primeros discípulos: “Señor, enséñanos a orar” (Lc
11,1). En la oración se desarrolla ese diálogo con Cristo que nos convierte en
sus íntimos: “Permaneced en mí, como yo en vosotros” (Jn 15,4). Esta
reciprocidad es el fundamento mismo, el alma de la vida cristiana y una
condición para toda la vida pastoral auténtica... esta oración se vive
plenamente en la liturgia, cumbre y fuente de la vida eclesial, pero también de
la experiencia personal, es el secreto de un cristianismo realmente vital, que
no tiene motivos para temer el futuro, porque vuelve continuamente a las
fuentes y se regenera en ellas”. (JUAN PABLO II, Novo Millennio Ineunte, 32 )
El mayor empeño se ha de poner, pues, en la liturgia “cumbre a la cual
tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana
toda su fuerza” (CONC. ECUM. VAT. II, Const. Sacrosanctum Concilium,
sobre la sagrada liturgia, 10).
Es preciso insistir en este sentido, dando un realce particular a la
Eucaristía Dominical y al domingo mismo, sentido como día especial de la fe,
día de la creación, del Señor Resucitado y del don del Espíritu, verdadera
Pascua, que llena de sentido toda la semana.
Desde hace dos mil años, el tiempo cristiano está
marcado por la memoria de aquel “primer día después del sábado”, en el que
Cristo resucitado llevó a los Apóstoles el don de la paz y del Espíritu). (JUAN
PABLO II, Novo Millennio Ineunte, 35).
Para cumplir todos los
objetivos que la Iglesia nos marca, el Área de Liturgia tiene, entre otras, las
siguientes funciones:
·
Reunirse, al menos una vez
al mes, para reflexionar sobre la marcha del Área y sobre como conseguir que la
comunidad experimente la necesidad de vivir el Domingo como “Día del Señor” , y
la que la Misa Dominical, que con tanta facilidad se puede vivir con
rutina, sea la fuente y la meta de la
vida del cristiano y de la comunidad.
·
Confección de los esquemas
de las distintas celebraciones, con la colaboración de nuestros sacerdotes y
todos los miembros del área .
·
Realizar los diferentes
Ministerios que forman parte de nuestra labor: Cantor, Lector, Monitor,
Ministro Extraordinario de la Comunión, . . .
·
Buscar cantos nuevos y
apropiados para cada tiempo litúrgico y animar a la comunidad a descubrir en el
canto una de las formas más perfectas de oración comunitaria.
·
Alentar al Grupo de Santa
Marta, que pasa en muchas ocasiones desapercibido, para que realice su
importante labor de mantener el Templo en unas condiciones de limpieza e
higiene que todos disfrutamos.
·
Colaborar con Jesús
Miquel, nuestro sacristán, que se encarga de organizar y cuidar el Templo y de
que todo esté preparado para poder celebrar, y mantiene cada día la Iglesia en
orden y lista para que sea lugar de encuentro en comunidad.
·
Procurar que mediante los
Ministros Extraordinarios de la Comunión, aquellas personas de nuestra
comunidad que no pueden acudir al templo, participen de la Eucaristía
dominical.
El Área de Liturgia de
nuestra parroquia, cuenta con una historia muy rica, ya que son muchos los años
de su existencia.
Como ya se ha dicho, son
diversos los grupos que la forman, todos ellos realizando un papel muy
importante y decisivo, para que el área en su conjunto pueda realizar bien su
misión. Estos grupos son:
Ø Grupo de Liturgia y liturgia jóvenes: responsable Mª Del Mar Aranda.
Ø Grupo de Santa Marta: María
Alandí.
Ø Grupo de Ministros Extraordinarios de la Comunión: responsable Paco
Fabía.
Ø Sacristán, Jesús Miquel.
Ø Grupo de cantos tanto general como de jóvenes: responsable Paco Mora
(general) y Amparo Paz (Jóvenes)
Todos estos grupos, están
formados por personas de diferentes edades, algunas de ellas colaboran en el
área más de quince años, por lo que la experiencia que aportan al área es
fundamental.
Es importante destacar la participación de un grupo considerable de
personas, que a diario, colaboran en las celebraciones de las eucaristías,
realizando los diversos ministerios (cantor, lector, monitor, Recolector,
Ostiario . . .), haciendo que las misas
diarias sean más ricas y vividas de una manera más intensa por parte de la
comunidad que celebra.
Aunque todavía queda mucho
por hacer, podemos destacar los siguientes aspectos
-
Es un Área heterogénea, es
decir, está integrada por miembros de diversas edades y que viven diferentes
puntos de una realidad eclesial. Muchos de ellos, pertenecen a la vez a otras
áreas de la Parroquia, y nos ayudan a tener una visión más completa de la
comunidad parroquial.
-
Es un área activa y
actual. Se preocupa porque la comunidad viva las celebraciones desde la
realidad en la que vivimos. El Área se preocupa de que en las celebraciones
dominicales se vean reflejadas todas nuestras realidades: personales, parroquiales,
arciprestales, sociales, de manera que la vida se celebre en la Eucaristía, y
de la Eucaristía nazcan fuerzas para la vida.
-
Es un Área acogedora y
abierta. El Área está abierta a la colaboración de cualquier persona que quiera
ponerse al servicio de la comunidad en las celebraciones participando en
cualquiera de los ministerios que se desarrollan dentro del Área.
-
El área tiene una gran
preocupación de que todas las personas que se acerquen al Templo se sientan
invitadas y acogidas, y así formen parte de nuestra comunidad parroquial sin
ningún tipo de distinción. Para ello se ha intentado potenciado distintos
Ministerios que tienen por objeto la acogida.
-
Existe una comunicación
con los sacerdotes de la Parroquia, para que exista una coordinación entre el
trabajo del Área (moniciones, oraciones, . . . ), y las homilías.
-
Son importantes las
Eucaristías que se celebran en el Centro Madre de los Desamparados los sábados
a las 18 y las que se celebran regularmente en las residencias de ancianos y en
casas de los enfermos con motivo de la Navidad
-
La falta de
corresponsabilidad. En algunos momentos, cuesta asumir como nuestros, los
trabajos, proyectos e inquietudes de otras Áreas.
-
Carencia de espíritu
innovador. Muchas veces nos cuesta proponer nuevos métodos, lenguajes o formas
de expresión, con el fin de comunicar mejor a la Asamblea. La rigidez que
algunas veces nos marca la Liturgia, hace que, en algún momento, podamos caer
en la rutina.
-
Falta de comunicación
entre los miembros del grupo de liturgia, y el resto de grupos que forman el
Área (Santa Marta, Ministros Extraordinarios, Sacristán), y esto que hace que
el Área no esté perfectamente unificada, manteniendo a veces, diferencias de
criterios.
-
Aunque cada vez menos,
sigue existiendo un favoritismo por la realización de unos Ministerios en
detrimento de otros que se consideran menos importantes o más incómodos de
realizar (repartir cantos y oraciones, preparar las sillas en el Templo, acoger
y acomodar a la Asamblea, . . .).
-
Falta comunicación entre
el área y el resto de la comunidad parroquial de manera que no haya corte entre
lo que se ha vivido en la semana y celebramos el Domingo.
Los retos del Área de Liturgia se pueden concretar en los siguientes:
·
Conseguir una mayor
integración entre todos los grupos del Área, haciendo que ésta mantenga una
visión global de las necesidades y misiones que tiene que realizar.
·
La corresponsabilidad del
Área con todas las demás que forman nuestra Comunidad Parroquial. Hemos de
sentir como nuestros todos los problemas, objetivos e inquietudes que cualquier
Área experimente y colaborar con ella en todo lo que necesite.
·
Ser conscientes de nuestra
condición de consagrados alcanzada por el bautismo, y así poder colaborar con
nuestros sacerdotes, haciéndonos responsables de nuestra actividad, con el fin
de que ellos puedan dedicarse en el ejercicio de su Ministerio a tareas que
únicamente ellos pueden realizar.
·
Conseguir que la
participación en la Eucaristía sea, para cada bautizado, el centro del domingo.
Es un deber irrenunciable, que se ha de vivir no sólo para cumplir un precepto,
sino como necesidad de una vida cristiana verdaderamente consciente y
coherente.
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