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“porque tuve hambre y me dísteis de comer...” ( Mt 25,
35 )
- “Porque tuve hambre...:” Mt 25, 31-46.
- El buen samaritano: Lc 10 30-37.
COMENTAMOS Y REFLEXIONAMOS
- El monitor comentará las actividades que
realiza el movimiento de cáritas de la parroquia, y animará a que cada uno exponga
su experiencia en actividades de acción social, como las visitas realizadas al
asilo por los grupos de juveniles. Comentar si esta visita les ha ayudado de
alguna manera, si les ha hecho reflexionar sobre algo que hasta ahora no se
habían parado a pensar.
- El monitor planteará la pregunta: ¿ Quien es el pobre,
que tipos de pobreza hay ?. El pobre no sólo es el que está pidiendo por la
calle, es todo aquel que necesita nuestra ayuda. Es posible que tranquilicemos
nuestra conciencia dando una limosna y después no seamos capaces de ayudar a la
gente que tenemos a nuestro alrededor. La pobreza no es sólo de dinero, puede
ser la soledad, puede ser alguien que este pasando un mal momento, un enfermo o
un anciano al que nadie va a visitar, o puede ser la tristeza resultante de una
pobreza espiritual. ¿ De que manera podemos ayudar a los demás ?. ¿ Estamos
realmente pendientes de las cosas que puedan hacer la vida más agradable a los
demás o sólo de nuestras cosas ?. ¿ Puede suceder que alguien cercano a nosotros
nos necesite de alguna manera y nosotros no nos demos cuenta ?. ¿ Nos damos
cuenta de que a veces lo que nuestro amigo necesita es que lo acerquemos a Dios
?.
- Es necesario tener claro que la propiedad sobre los
bienes no es un derecho absoluto. Los bienes o nos han sido dados directamente
o nos han sido dados los medios y las posibilidades para conseguirlos y como
nos recuerda la parábola de los talentos se nos va a pedir cuenta del uso que
les damos. El que con nuestros bienes y nuestro trabajo contribuyamos al bien
común no es una cosa que hacemos “de más”, sino un deber de justicia. ¿ De que
manera se debería reflejar esto en nuestro actuar ?.
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