Parroquia Asunción de Nuestra
Señora de Torrent
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Area de Jóvenes: Ejercicios Espirituales 2002-03
Viernes 25 de Abril
- 17:30h Salida
- 19:00h Llegada y distribución de habitaciones
- 19:30h Meditación
- 21:00h Cena
- 22:00h Oración comunitaria
Sábado 26 de Abril
- 8:30h Levantarse
- 9:00h Laudes
- 9:30h Desayuno
- 10:30h Meditación
- 13:00h Oración comunitaria
- 14:00h Comida
- 17:00h Meditación
- 17:30h Merienda.
- 20:00h Eucaristía
- 21:00h Cena.
- 21:40h Coloquio.
- 23:00h Oración de intercesión.
Domingo 27 de Abril
- 8:30h Levantarse.
- 9:00h Laudes
- 9:30h Desayuno.
- 10:30h Meditación.
- 13:00h Oración comunitaria.
- 14:00h Comida.
- 16:00h Meditación.
- 18:30h Eucaristía
- 19:30h Salida.
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Encuentro personal con Cristo Resucitado.
Comenzar por dar gracias
- No dar por supuesto lo más importante.
- Desde la gratuidad desaparecen.
- Los derechos y las intransigencias.
- Los temores de examinarme.
- De los desenfoques.
- De lo que disfruto de lo dado.
Siempre se da un doble movimiento:
- Momentos álgidos: Don del Espíritu Santo.
- Momentos de oscuridad: Desolación.
- No tomar decisiones, no hacer mudanza, no caer en los tópicos.
- Insiste en la oración. Aguantar el tirón.
- La desolación supone:
- Conversión.
- Replanteamiento serio de porqué sigo al Señor.
- Descubrirme pobre y humilde... no soy tan fuerte.
- Hacer frente a los temores:
Cuales son y ponerlos delante.
- En solitario no puedo seguir al Señor.
El pecado es la gran capacidad de autoengaño.
- Saber que el tentador busca el punto débil de nuestra persona
Aceptar mi punto flaco
Normalmente es el reverso de mi cualidad personal.
- Se trata de cambiar la imagen de Dios, y dejarme guiar por el Espíritu...
A veces tenemos desolaciones, malestares y tristezas, porque hay territorios básicos que uno debe cuidar:
Querer comenzar a rezar sin más, es casi una inconsciencia. Como para todo, la preparación previa a la acción es tan o más importante que la propia acción. Por lo tanto, es necesario pararse para liberar la mente y el corazón, de todo lo que distrae o molesta, para ocuparse en la “escucha” de la Palabra. Sosegar la casa, buscar silencio exterior e interior y desde nuestra necesidad, pedir luz para ver bien lo que nos trae la Palabra y fuerza para lanzarse a lo que vemos.
Para esto hemos de:
1- Buscar el lugar adecuado que me ayude a no distraerme, a que no tenga interrupciones continuamente, a que centre mi atención... la capilla, bajo un árbol...
2- Poner un tiempo, no caer en la tentación de “lo que me apetezca”, “hasta que aguante, “mientras no me aburra”... proponerme estar el tiempo propuesto.
3- Dedicar tiempo a calmar mi corazón a tranquilizarme a entrar en disposición, a abrir el oído y el corazón.
En la medida en que leamos la Biblia, entenderemos más la Palabra de Dios, por eso, hemos de aprender a leerla, superando la actitud del turista que pasa superficialmente por los sitios “ya lo he visto”, impresionando los lugares en su cámara de fotos y no en su corazón.
La Palabra de Dios es “Palabra” por lo que no hemos de tener miedo en utilizar sobre ella todo los recursos que utilizamos en cualquier otro texto cuando hacemos comentarios de textos.
1- Hacemos una lectura reposada, sin prisas. Nos paramos en cada rincón, observamos los detalles , la leemos varias veces, nos familiarizamos con ella.
2- Buscamos captar el sentido de toda la lectura en referencia a su contexto.
3- Algunas preguntas elementales del textos deberían ser: ¿Qué dice el texto?, ¿Quiénes son los protagonistas?, ¿A quién habla?, ¿Qué cosas me parecen fundamentales?...
A la lectura atenta sigue la meditación reposada, el rumiar la Palabra, aquello que ha sucedido históricamente, debe actualizarse en nosotros. Hemos de comprender la Palabra de Dios como palabra de Dios para mí hoy... “guardar toda las cosas en el corazón”:
1- Recojo las palabras que más me han llamado la atención: ¿qué significan para mí? ¿Por qué me importan?
2- Interiorizo o rumio estas palabras, haciendo que de la mente pasen al corazón y tomen morada en él; ¿qué siento yo?, ¿Cómo me siento yo?
3- Veo mi vida y la vida, mi historia y la historia a la luz de esa Palabra ¿qué me sugiere?, ¿Qué me pide? Qué me exige?
De la meditación brota la oración, como respuesta al Señor que ha hablado, la Palabra enciende nuestras palabras, es como una espada que provoca reacciones: es una luz que ilumina mi pecado y me llama a la petición de perdón, es una propuesta que me desconcierta y me llama a la súplica, es un gozo que me invade y me invita a la alabanza... la Palabra leída y meditada, nunca deja indiferente porque me enseña a leer mi historia en clave de historia de Salvación...
La oración no es funcional, comercial, utilitaria... no sirve para... tiene sentido en sí mismo, es amistad gratuita.
1- Con sencillez desde tu forma de ser y expresar deja que la Palabra brote, que la respuesta sé dé. “ Señor, ante la tu palabra yo...”
Estamos en la cima de la montaña, en el punto más alto o en lo más profundo y hondo de la existencia... la oración da paso (cuando se da la gracia) al sentirnos mirados con ternura, aceptados totalmente, inundados de paz, en silencio uno se descubre amado, y eso basta.
Ya no hay palabras, el contemplativo, descubre el misterio de Dios que le inunda de alegría, y cae de rodillas.
Desde lo vivido, toca discernir, concretar la voluntad de Dios. Cada ser humano es un ser único, irrepetible, original. Y vive su vida desde coordenadas muy distintas, por lo que la respuesta no es automática, mecánica, global... es personal y madura.
Discernir, es interpretar la Palabra de Dios en la situación concreta en que uno se encuentra, es descubrir lo que Jesús ha querido decirme para el aquí y ahora de mi vida. Este paso o escalón se va dando a lo largo de todo el proceso de la Lectio, no se puede separar como un tiempo distinto, pero sí es importante tener un momento para recapitular todo lo que he ido concretando:
1- ¿Qué es lo que el Espíritu a través de la Palabra, pide hoy de mí, me pide o me exige, en la situación concreta e histórica que vivo?
2- ¿Qué medios he de poner para llevar a la práctica lo orado?
Esto es conveniente hacerlo a dos niveles:
- Personalmente con el director de los ejercicios. No es necesario que en todas las meditaciones se dé, pero si que en algunos momentos se contraste especialmente para objetivar lo orado.
- Comunitariamente lo haremos en la oración comunitaria en donde rezaremos los unos por los otros y compartiremos nuestra oración y en el coloquio en donde voluntariamente se compartirá lo vivido.
Llegamos a la necesidad de encarnar La Lectio Divina en la vida cotidiana. Desde lo alto de la montaña se nos envía al valle de la vida, a la plaza del pueblo, al taller, al trabajo... es muy difícil pasar de la contemplación a la acción.
La Palabra de Dios a medida que habita en nosotros, nos habilita para ser nosotros mismos palabra-signo-expresión del amor y de la comunicación de Dios. Más aún la concreción en los hermanos, nos autentificará el encuentro con Dios. La oración, por muy alta y contemplativa que sea, si no tiene proyección fraterna, es una oración falsa, sino aterriza en las realidades de la vida, es una evasión.
El itinerario de la Lectio Divina sólo puede darse por concluido cuando la contemplación lleva su fruto a la acción, porque es la Palabra la que nos empuja a dar una respuesta clara en cada acontecimiento y a evangelizar, brindando a los otros el mismo tesoro que hemos descubierto.
1- ¿Cómo se va a concretar lo que he vivido en mi oración?
2- ¿Qué medios tengo que poner?
3- ¿Cómo lo voy a revisar?
- Es un primario impulsivo.
- Pedro es un líder.
- Responde en nombre de todos.
- Sabe ver ciertas situaciones.
- Sabe imponerse.
- Pedro es un hombre recto.
- Es un hombre generoso, de grandes ideales.
- Es terco.
- Colérico hasta llegar a la ira.
- Habla sin pensar.
- Es entrometido, cree ser indispensable, anulando a los demás
- No tiene tacto.
- Es un fanfarrón.
- No cumple lo que dice.
- Pedro es un inseguro.
- Pedro se niega al misterio de Dios.
- Salmo 139
- Salmo 2, 7
¿Qué digo yo de mi mismo?
¿Qué dicen de mi los demás?
¿He bajado alguna vez a lo profundo de mi “yo”?
¿He tenido miedo?
¿He llegado a la percepción del amor de Dios que no ama sino que “ME ama”?
- Llamó a los que quiso.
- Para que estuvieran con él.
- En todos los momentos.
- Transfiguración. (Mc 9, 2-13)
- Getsemani. (Mc 14, 32-42)
- ¿Quién decís que soy yo?
- Tú eres el Mesías.
- Tú eres Pedro. (cambio de nombre)
- Sobre esta piedra edificaré mi iglesia.
- Te daré las llaves del Reino
- ¿También vosotros os vais?
- ¿A dónde iremos?
- Realidad de pecado e impotencia.
- Cuando te levantes
- Confirma tu fe.
- ¿Cómo ser discípulo?
- ¿Cómo provclamar la fe en medio de mi vida concreta?
- ¿Cómo reconocer la misión concreta que se me propone?
- ¿Cómo pasar de una fe personal a una fe comunitaria?
- ¿Cómo ser baluarte para mis hermanos?
- Pedro desde lo visto, tiene los planes ya elaborados.
- Mc 1, 22: “La gente estaba admirada de su enseñanza.”
- Mc 1, 28 : “Pronto se extendió su fama”.
- Mc 1, 29: Cura a su suegra.
- Mc 1, 32: la población entera se agolpaba a la puerta.
- Mc 1, 37: “Todos te buscan”
- Mc 1, 44: Tenía que quedarse fuera en descampados, y aun así seguían acudiendo a él de todas partes”
- Jesús el gran predicador.
- Jesús el gran milagrero.
- Jesús el hombre carismático.
- Pedro va por delante: ¡Ponte detrás de mi!.
- Matices de la misión.
- Cargar con la cruz.
- Perder la vida.
- Después del segundo anuncio de la Pasión.
- ¿Quién es el primero?: Mc 9, 33-37
- Nos quitan la exclusiva: Mc 9, 38
- Después el tercer anuncio de la pasión Mc10, 35ss
- Concédenos sentarnos a tu izquierda y a tu derecha
- No sabéis lo que pedís.
- Los otros se indignaron. ¿por qué?
- No sé ni entiendo de lo que hablas. Mt 26, 70
- No le conozco. Mt 26, 74
- Realmente ¿qué espero yo de Jesús? (escríbelo, no te escandalice)
- ¿Cuándo lo esperado no ha coincidido con lo encontrado?
- ¿Cómo lo has vivido?
- ¿Qué planes tengo yo elaborados sobre mi vida cristiana?
- ¿Qué tiene eso que ver con el Jesús de la Pasión?
- Descubrirndo a base de hundirse sus limitaciones.
- Pidiendo ayuda al Maestro.
- Dejándose coger.
- Dejarse amar
- Dejándose desde lo más mezquino.
- Dejarse amar de forma única.
- Cuando la presencia no está queda el recuerdo.
- No olvidar la historia de Salvación.
- Descubrir la novedad continua del mensaje.
- Dejar que regenere.
- Desde el conocimiento pleno d enuetsra limitación.
- Con la única condición.
- Escuchar la Llamada.
- En los momentos de dificultad cuando la fuerza se acaba, ¿Qué es lo que más me cuesta experimentar?, ¿por qué?
- Elige una cita y desde una situación concreta y real de tu vida, haz una composición de lugar.
- Comunidades dispersas por Asía, aisladas del núcleo cristiano. 1, 1
- Afligidos por las muchas pruebas. 1, 6
- Sentimiento de secta.
- Elitismo. 2, 8
- El crear barreras. 2, 12
- Personalmente
- Asumir la nueva identidad por el bautismo. 1, 2-23
- Sentirse llamados a la Santidad 1, 16
- Poner toda la esperanza en la gracia.
- Descubrir la cruz no como fracaso 3, 14-17/ 4, 12-19
- Descubrir lo que le ha costado al Señor nuestra liberación. 1, 18-19
- Comunitariamente
- Vivir como cristianos en medio del mundo 1 Pe 2, 12 –3, 7
- Crear Iglesias-hogares.
- Dedicaros a la oración. 4, 7
- Amaos intensamente unos a otros. 4, 8-9
- Ponedlo todo al servicio de los demás. 4, 10-11
- ¿Cual es tu realidad como cristiano en medio del mundo?
- ¿cuáles son tus mayores dificultades?
- ¿cuáles tus mayores peligros?
- ¿Cómo concretar personal nuestra vocación?
- ¿cómo concretarla comunitariamente?
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