Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Capítulo IV: El Templo Parroquial. Aspectos Histórico - Artísticos.

II- LA CONSTRUCCION DE UN NUEVO TEMPLO

2.3. El retablo de las almas

Este ocupó una de las capillas laterales dedicada a las almas, sobre la que se instituyeron algunos beneficios. Probablemente en el siglo XIX, con la aparición de nuevas devociones, este se retiraría a la capilla de la comunión, lugar donde se ha conservado hasta la actualidad. Fernando Benito ha atribuido la tabla central al pintor catalán Miguel Joan Porta, que recibió su formación artística en el taller de Juan de Juanes. Según Sarthou Carreres, el retablo fue restaurado en el año 1582 con la deuda de P. Beltrán, hecho que parece poco probable, pues era por esos años cuando sería pintado por primera vez. Durante la década de los setenta del siglo XX fue restaurado por Vicente Rodríguez.

El retablo es el típico modelo de artesa, de arquitectura arcaizante, ya que todavía conserva la distribución del retablo gótico con predela y polveras. El tema central se representa en una única tabla con el tema de la misa de san Gregorio, característico de los años de la contrarreforma. Alrededor de ella se desarrolla el juicio de las almas. La escena constituye una auténtica catequesis con un mensaje claramente tridentino acerca de la necesidad de la misa y de la eucaristía para la salvación de las almas.

En la predela aparecen tres pinturas, que F. Benito ha atribuido a una mano distinta que la de la tabla principal, que por el momento son de difícil atribución. También P. Mora Juan afirma que estas son de un estilo más arcaizante, manifiesto en el tratamiento de las perspectivas, y en una excesiva definición de los contornos de las figuras. Se desarrollan tres escenas de la pasión de Cristo. La tabla central representa a Cristo muerto, sentado en el sepulcro, y sostenido por tres ángeles. La tabla de la derecha ilustra la aparición de Cristo a la Virgen. En ella Cristo aparece como símbolo de resurrección, semidesnudo, y con un manto púrpura en la espalda. La perspectiva del interior donde se desarrolla la escena no se encuentra tratada adecuadamente, aunque se sirve del recurso del ajedrezado del suelo para dar una mayor sensación de profundidad. La tabla de la izquierda representa el tema del descenso de Cristo a los infiernos. Las almas están en un agujero, representadas de medio cuerpo desnudo, a las cuales Cristo les tiende la mano. Una característica común a las tres tablas es el tratamiento de una iluminación uniforme para todo el conjunto, hecho que otorga una sensación de serenidad en el desarrollo de la escena.

En la polvera aparecen imágenes de santos y santas, de un estilo diferente al de la tabla central, cuya autoría ha atribuido F. Benito a algunos ayudantes del taller de Porta. Se identifican entre ellos cuatro santos: Pedro, Pablo, Santiago, y Felipe, y cuatro santas: Catalina, Bárbara, Lucía e Inés. En el remate se representa la Trinidad.

La escena de la tabla principal se articula en torno a la misa de san Gregorio, alrededor de la cual se representan con todo detalle escenas del juicio final. La composición se halla dividida en tres niveles: el cielo, la tierra, y el infierno y purgatorio. Esta separación material de los tres niveles manifiesta la racionalidad con la que se concibe la composición. San Gregorio de espaldas levanta la sagrada forma con la capa sostenida por dos clérigos, ante un Ecce Homo. Toda la representación de la escena se halla cubierta con un dosel con la finalidad de aislarla del desarrollo de las otras escenas. A la izquierda aparece el infierno, donde las almas condenadas aparecen entre el fuego y los demonios. A la derecha se sitúa el purgatorio, donde las almas imploran la salvación y unos ángeles tienden sus manos para que se acojan a ellos. Por detrás del dosel, en el nivel terreno multitud de almas corren desde el centro de la escena hacia izquierda y derecha. En el nivel celestial aparecen unos ángeles tocando la trompeta que anuncia el juicio final alrededor de una cruz central que sostienen otros ángeles, para que las almas se presenten ante Cristo. En primer plano, a la derecha, aparecen representados numerosos personajes del Nuevo Testamento, encabezados por la Virgen. A la izquierda aparecen los del Antiguo Testamento, presididos por Juan el Bautista. Toda la composición se culmina con la figura de Cristo juez, situado sobre la cruz con los brazos abiertos en señal de victoria sobre la muerte.

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