Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Capítulo III: Una Comunidad Comprometida con la Sociedad (Siglos XIX-XX)

VI- EL CULTO Y LA RELIGIOSIDAD POPULAR

6.2- Fiestas relacionadas con la devoción a la Virgen

La procalamación del dogma de la Inmaculada Concepción en el año 1854, vino acompañado de un incremento del culto mariano bajo sus distintas advocaciones.

6.2.1- Nuestra Señora del Rosario

El culto a Nuestra Señora del Rosario gozaba de una tradición muy arraigada en la etapa del barroco. Los actos promovidos por la cofradía, como las procesiones y los rosarios públicos, continuaron celebrándose con toda normalidad. Pero el Papa León XIII trabajó especialmente en la difusión del rezo del rosario. Por ello en la parroquia de Torrent se estableció la costumbre que un sacerdote rezara diariamente un rosario vespertino en el templo. En la reunión del clero celebrada el 30 de agosto de 1901 se acordó fijar un turno por semanas, celebrándose por la tarde a las cinco durante los meses de verano, y a las tres en invierno. La institución del rezo del rosario en el templo parroquial ha perdurado durante toda esta etapa.

6.2.2- Sagrado Corazón de María

Una advocación fruto de las corrientes espirituales de esta nueva etapa fue la del Corazón de María. Esta gozaba ya a mediados del siglo XIX de una devoción a nivel privado como lo demuestra la celebración de una fiesta con sermón y comunión solamente para mujeres el 25 de julio de 1853, por intención de unas devotas.

6.2.3- Nuestra Señora de los Desamaparados

Una devoción de la que no nos constan antecedentes en la etapa del barroco, y que cobró mucha fuerza en Torrent a partir de finales del siglo XIX, y sobre todo durante todo el siglo XX, es la de la Nuestra Señora de los Desamparados. Su festividad se ha venido conmemorando el segundo domingo del mes de mayo. El día 8 del mismo mes de 1853 se celebró en la parroquia de la Asunción la fiesta a Nuestra Señora de los Desamparados con toda solemnidad: la tarde anterior primeras vísperas, y el día de la Vírgen por la mañana se celebró una misa con sermón, y música interpretada por una orquesta de Valencia. A continuación se celebraron la tercia, y por la tarde segundas vísperas y procesión general, todo ello "por intención de los clavarios y contribuyentes". En este día los niños recibieron la primera comunión.

La celebración de misas por intenciones particulares denota el arraigo popular esta devoción. De esta manera se inscribe en el libro del racional de ese mismo año, con fecha 10 de julio, la celebreción de una "fiesta a Nuestra Señora de los Desamparados con sermón, por intención de un devoto".

Una manifestación de esta devoción colectiva de los torrentinos a la Nuestra Señora de los Desamparados lo encontramos a principios del siglo XX. Una epidemia de gripe, conocida popularmente con el nombre de la cucaracha, afectó a todos los pueblos de la comarca en el año 1918. Mientras en los demás pueblos vecinos esta enfermedad causó estragos, en Torrent tan sólo fallecieron dos docenas de personas, al haberse invocado la protección de la Virgen de los Desamparados. Por este motivo "este pueblo, reconocido al beneficio tan singular de la santísima Vírgen de los Desamparados, a quien profesa especialísima devoción", quiso darle gracias celebrando un triduo de preparación a una solemne fiesta que se celebró el seis de enero de 1919. Para la ocasión se arregló el altar mayor de una manera especial:

"Para estas fiestas colocose la imagen de la santísima Vírgen en el altar mayor, bajo riquísimo pabellón, con la imágen de san Luis Beltrán a la derecha, y san Vicente Ferrer a la izquierda, cercada de innumerables plantas y luces, quedando el altar y el presbiterio convertidos en ameno jardín, como la entrada de un gran palacio".

El día de la fiesta se cantó la misa de don Salvador Giner en si bemol por la orquesta de la parroquia y reforzada con voces de Valencia. El sermón de esta misa, así como de los días del triduo, corrió a cargo del beneficiado de la catedral de Valencia don Justo Martínez. Según la crónica escrita en el libro de deliberaciones, "la comunión fue numerosa como nunca se había visto según la voz pública pues, hechos cálculos, asistieron sobre mil quinientos, sin contar los que comulgaron en la ermita y colegios".

Por la tarde se celebró una procesión, como era costumbre en la época, presidida por autoridades civiles y militares, entre las que se menciona la asitencia del alcalde don Pascual Miquel, del diputado a cortes del distrito don Juan Bautista Valldecabres, y del coronel del regimiento de Victoria Eugenia.

Otro hito importante en la historia de la devoción popular a la Vírgen de los Desamparados lo constituye su coronación canónica, celebrada en el año 1954, coincidiendo con el centenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. En este mismo año, el rector don José González Frasquet elevó al arzobispado un escrito firmado por todas las asociaciones religiosas de Torrent pidiendo el patronato de la Virgen sobre esta localidad.

Las fiestas de la coronación se celebraron del 30 de mayo al 7 de junio de 1954. El domingo día 30 comenzaron los actos con un solemne rosario mariano que salió desde las parroquias de san Luis y de san José, y del convento de Monte-Sión, para confluir en la plaza de la Iglesia. El lunes fue trasladada la imagen a de la parroquia de la Asunción a la de san Luis, el martes a la de san José, el miercoles al convento de Monte-Sión, y el jueves volvió de nuevo al templo de la Asunción. El viernes salió la imagen de este parroquia hasta el colegio de las religiosas franciscanas de la calle de Ramón y Cajal. A su paso por el ayuntamiento fue declarada patrona de la ciudad, y el alcalde don Angel Simó Urios le hizo entrega de la vara de mando. El sábado se escuchó un volteo general de las campanas de todas las parroquias de Torrent.

El domingo comenzó la jornada a las seis de la mañana con una solemne misa de comunión general. A las 10 de la mañana se recibió en la plaza del Caudillo al arzobispo y al gobernador civil de la provincia, junto con las demás autoridades civiles y militares. Simultáneamente comenzaba el traslado de la imagen desde el colegio de las franciscanas hasta el ayuntamiento, acompañada de una corte de labradoras valencianas, junta de la cofradía, clavarios y pueblo. Una vez en el ayuntamiento se dió lectura al acta de proclamación de patrona de la ciudad, y a continuación el arzobispo impuso la corona a la Virgen, disparándose en ese momento un bombardeo aéreo de fuegos artificiales. Finalizado el acto se trasladó la imagen al templo parroquial de la Asunción, donde se celebró una solemne misa de pontifical, en la que predicó el arzobispo. Concluido el acto litúrgico se cantó un Te Deum en acción de gracias. Por la tarde se celebró la procesión general, procediéndose a continuación al sorteo de clavarios, y al disparo de un castillo de fuegos artificiales. El lunes a las ocho de la mañana se rezó una misa de réquiem, y a las 10 de la noche se realizó el traslado de la patrona a la ermita de san Luis.

6.2.4- La Inmaculada Concepción de María

El culto a la Concepción Inmaculada de María tiene sus antecedentes en la etapa del barroco, y se basaba en la celebración de una dobla el día 8 de diciembre a cargo de particulares. De la misma forma se en el año 1853 se celebró "fiesta de la Puríssima Concepción de María Santísima en el convento por razón de las lluvias, con missa, tercia y sermón que predicó don José Darmanín, trinitario calzado, y por la tarde segundas vísperas y procesión por las calles de Santa Ana, Cherolí y Convento". Sin embargo el racional no aporta niguna referencia respecto a quién se encargaría de patrocinar estos actos.

Por una instancia conservada en el archivo parroquial sabemos que en el año 1886 existía en la parroquia de Torrent una cofradía de la Concepción. El arzobispo aprueba su petición de celebrar la exposición del Santísimo en su fiesta. Probablemente esta cofradía, de la que no hemos encontrado ninguna otra referencia, sería la encargada de dar culto a la Inmaculada. Pero a partir del año 1893 con la erección de la Congregación de Hijas de María y Teresa de Jesús, ha sido esta institución quien se ha encargado del culto con los actos que se han referido al hablar de la misma.

6.2.5- Nuestra Señora de la Asunción

Durante el siglo XIX continuó celebrándose solemnemente el culto a Nuestra Señora de la Asunción, titular la parroquia. Pero algunas referencias documentales de mediados del siglo XIX indican que la organización de estos actos corría a cargo de unas clavariesas. Esto nos hace suponer que la obrería, que patrocinaba esta fiesta en la etapa del barroco, había dejado de hacerlo ya por estas fechas. También la existencia de unas clavariesas nos da pie para plantear la hipótesis de la presencia de una cofradía. La solemnidad se celebró el 15 de agosto de 1853 con primeras y segundas vísperas, tercia, sermón y procesión general. Las clavariesas patrocinaban también, desde el día 16 hasta el 22 de agosto "las siete salves y gozos a Nuestra Señora de la Asumsión", y en el último día había una procesión por la ermita del Arrabal.

Además de estos actos oficiales a cargo de las clavariesas, también se observa una devoción particular arraigada como lo demuestran la celebración el día 15 de agosto de una "hora de la Asunción con el Señor expuesto de onze a doze, por intención de un devoto, y nona cantada", y el día 21 de una "fiesta a la Asumsión de Nuestra Señora con sermón, por intención de Mariana Escorriguela".

Años después, con la erección de la cofradía de las Madres Católicas, serían las clavariesas electas las encargadas de promover el culto a esta advocación mariana.

6.2.6- Nuestra Señora de los Dolores

Durante el siglo XIX se aprecian algunas manifestaciones votivas hacia la Virgen de los Dolores. En el año 1836 Pascual Besó, agricultor de Torrent, pidió autorización ante el arzobispo para poder exponer el Santísimo Sacramento durante una misa de acción de gracias a la Virgen de los Dolores "por lo muy agradecido que se halla de ciertos trabajos de que le libró".

Hacia mediados del siglo XIX se celebraba antes del día de la Virgen un septenario con sermón por diversas intenciones particulares de los devotos. En 1853 se conmemoró la festividad de Nuestra Señora de los Dolores con sermón en la misa, y por la tarde con procesión por la ermita del Arrabal, costeado todo "por las enseñanzas de Mariana Miquel, Pasquala Rios, Josefa Maz, y Josefa Medina". 

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