Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Capítulo III: Una Comunidad Comprometida con la Sociedad (Siglos XIX-XX)

VI- EL CULTO Y LA RELIGIOSIDAD POPULAR

6.1- Fiestas y actos relacionadas con la devoción a la figura de Jesucristo

El sacramento de la eucaristía constituye para los católicos la manifestación real de Jesucristo entre los hombres. Pero las condiciones de pureza espiritual establecidas por Trento, hacían este sacramento difícilmente practicable para mucha gente. De este modo se explica que sólo se repartiera la sagrada forma en las misas llamadas de comunión general, que se celebraban siempre al amanecer, ya que una de las condiciones para poder recibir el sacramento era permanecer en ayuno natural, es decir, sin ingerir comida ni bebida alguna durante el tiempo comprendido entre las 12 de la noche y la comunión.

Por ello, en esta época la eucaristía se basaba más en el culto que en la participación personal en el sacramento. De este modo se explica el protagonismo que tomaban en los actos solemnes las exposiciones del Santísimo, la celebración de procesiones de Corpus Christi, las vigilias de la Adoración Nocturna, etc. Incluso la misma misa se celebraba de espaldas a los fieles y de cara al altar, entendiéndose esta como un acto de alabanza a Dios. Este culto tenía también un carácter reparador, ya que era deber del cristiano orar a Dios para desagraviarlo de las ofensas que cometían los impíos.

Si comparamos entre la participación en la eucaristía registrada en el periodo barroco y la segunda mitad del siglo XIX, observamos que esta ha ido en aumento. Pero la participación en el sacramento cobró una especial importancia a partir de la década de los cuarenta, debido a que muchas asociaciones parroquiales promovieron un acercamiento periódico a la comunión. También es cierto que en esta época se rebajaron las horas de ayuno necesarias para recibir el sacramento.

6.1.1- El Corazón de Jesús

La devoción que arraigó en toda España durante el siglo XIX fue la del sagrado Corazón de Jesús, y alzanzó especial auge durante la primera mitad del siglo XX, siendo promovida especialmente por el clero y por otras asociaciones laicas como el Apostolado de la Oración.

Las primeras noticias de la celebración de este culto datan del mediados del siglo XIX. En el racional de 1853 se anota el día 17 de julio la celebración de la fiesta al santísimo Corazón de Jesús por intención de unos devotos con sermón y exposición del Santísimo durante la misa. La comunión solo fue para los hombres.

Pero la devoción al sagrado Corazón a nivel popular se manifiesta especialmente en la consagración de numerosos hogares a esta advocación, sirviéndose de signos externos y visibles como el colocar en las fachadas de las casas retablos de azulejos con su imagen, de colocar esculturas, placas en las puertas, y la típica estampa que preside los comedores de las casas, tendencia que ha continuado viva incluso con posterioridad a la década de los cincuenta del siglo XX como símbolo de la consagración de España a esta advocación.

En este contexto podemos enmarcar la jornada festiva celebrada el domingo 23 de junio de 1918 para entronizar el Corazón de Jesús en las escuelas de Torrent. El acto comenzó con la exposición del Santísimo y solemne trisagio en el convento de Monte-Sión. A continuación el padre Solá de la Compañía de Jesús dirigió a los fieles una plática. Salió después de la parroquia una procesión con los niños y niñas de las escuelas, que portaban banderitas alusivas al acto que se celebraba. Una vez finalizada se procedió a la bendición de los cuadros del Corazón de Jesús en la plaza de la Iglesia, y a continuación se realizó el acto de consagración por el rector don Facundo Roglá. Numerosos niños y niñas se sumaron a este acto recitando versos. También don Victoriano Andrés, maestro nacional, pronunció unas palabras en representación del colectivo docente.

6.1.2- El Cristo de la Fe

Durante el siglo XIX se observa una continuidad del culto que desde el barroco ha recibido la imagen del Cristo de la Fe, siempre relacionado con la necesidad de agua. En marzo de 1878, ante la persistente sequía, el cura párroco y alcalde de Torrent elevaron una instancia al arzobispo para poder celebrar unas rogativas el domingo día 31 del mismo mes "que saliendo de la iglesia parroquial, haga estaciones en las iglesias del convento y ermita de san Luis, llevando la santísima imagen del Cristo de la Fe, todo ello conforme ya se ha hecho en esta villa en ocasiones análogas". También el Cristo de la Fe fue objeto de una devoción privada, como lo prueban las fiestas con sermón celebradas en su honor los días 13 de noviembre y 26 de diciembre de 1853, por intención de unas devotas.

6.1.3- La semana santa

La senana santa continuó celebrándose en la parroquia de la Asunción con la solemne liturgia característica del período barroco. De esta forma Isidro Miquel nos aporta noticias de la construcción de un nuevo monumento para el jueves santo hacia mediados del siglo XIX, en sustitución de otro más antiguo que fue dañado durante la invasión francesa.

"... Don Mariano Silla y Ortí sacerdote celoso por la iglesia, y en ocasión en que se me había elegido obrero de la festividad de Semana Santa para el año 1861, me invitó a que le ayudase y acompañase para hacer una suscripción con el objeto de construir un nuevo monumento, y con mucho gusto accedí a ello y tomada la venia del Sr. Cura Don José Aicart, y con permiso de la autoridad municipal, se llevó a efecto la suscripción en muy pocos meses, que produjo buenos resultados, construyéndose en el propio año el magnífico monumento que al presente se usa, bajo la dirección de Don Luis Téllez Profesor de la academia de Valencia, descendiente de esta población, invirtiéndose en esta obra unos diez y ocho mil, si mal no recuerdo, y sólo faltó la cantidad de unos tres mil reales, que fue cubriéndose en los años sucesivos del fondo de la obrería".

A nivel popular durante todo el siglo XIX se constata una continuidad por parte del ayuntamiento en la elección de clavarios para celebrar las fiestas de la resurrección. Según escribe el racional en el año 1953 se celebró el domingo 27 de marzo se celebró la "fiesta de la Soledad con procesión de la Puríssima del convento a la yglesia, missa, y procesión por la plaza con hallazgo del Señor y su madre María". Posteriormente se celebró la "fiesta de la resurrección con tercia, missa, sermón y procesión de la yglesia al convento por la hermita del Arrabal, con segundas vísperas antes". Todo ello fue por intención de "los clavarios volzeros Vicente Pavia y Nadal y Carlos Tronch".

Durante el primer tercio del siglo XX se fundaron en Torrent dos hermandades de penitentes que participaban en los traslados procesionales. En el año 1928 se fundó la hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, y en la década de los treinta la de los Caballeros del Santo Sepulcro. Posteriormente, durante la década de los cuarenta y de los cincuenta surgieron el resto de las hermandades, y se constituyó una junta central de hermandades que en adelante sería la que se encargaría de patrocinar y organizar todos los actos.

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