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TEMA I.- LA ASUNCIÓN, PARROQUIA MISIONERA |
A.- ORAMOS |
Monitor.-
La celebración del acontecimiento jubilar es el punto de partida para esta
nueva etapa, en la que nuestra comunidad parroquial quiere renovarse todavía
más, pues nunca será suficiente, e ir
cada día mostrando un rostro más misionero, más acorde a lo que el Evangelio
nos exige en la actualidad. Las oraciones con las que iniciaremos todos los
temas, pretenden ayudarnos a mostrarnos ese rostro de Cristo, que nos está
pidiendo salir al hermano. Nuestra parroquia, nuestra barriada, es tierra de
misión. En los textos que ilustrarán las oraciones de inicio de las reuniones,
no debemos quedarnos en el simple relato, sino que debemos profundizar en las
actitudes de los personajes que en ellas aparecen, en sus palabras e intentar
trasladarlas a nuestra vida.
El texto que presentamos como ayuda,
para reflexionar sobre el tema, es de los Hechos de los Apóstoles. En este
caso, son de sobra conocidos los personajes protagonistas: Pedro y Juan. La
primera Iglesia, en una de sus primeras y más hermosas acciones misioneras.
Frente a ellos, un lisiado; pero no pensemos en el lisiado sólo como el
paralítico, sino como la persona que está esperando un cambio total en su
existencia que es dura, que no tiene mayor horizonte que el pequeño metro
cuadrado en el que se desarrolla, que intenta salir de la marginalidad en que
aquella sociedad lo tenía condenado. ¡Son muchas las semejanzas entre el
paralítico y los que esperan el Evangelio en nuestros días!
Sin embargo, fijémonos en lo que los
dos apóstoles ofrecen, y el estilo en el que lo hacen. ¿Es así nuestra manera
de vivir la fe? ¿Es nuestra comunidad tan valiente y a la vez tan humilde
presentando el rostro del Resucitado?
Lector.-
Lectura del libro de los Hechos de los
Apóstoles. (Hch 3, 1-10)
Un
día subían Pedro y Juan al templo al tiempo de la oración de media tarde,
cuando vieron traer a un lisiado de nacimiento. Solían colocarlo todos los días
en la Puerta Hermosa del templo, para que pidiera limosna a los que entraban.
Al
ver entrar en el templo a Pedro y a Juan, les pidió limosna. Pedro, con Juan a
su lado, se le quedó mirando y le dijo:
-
Míranos.
Clavó
los ojos en ellos, esperando que le dieran algo. Pedro le dijo:
-
Plata y oro no tengo, lo que tengo te lo doy: en nombre de Jesús Mesías, el
Nazareno, echa a andar.
Agarrándolo
de la mano derecha, lo incorporó. En el acto se le robustecieron las piernas y
los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar y entró con ellos en el
templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios. La gente lo vio andar
alabando a Dios y, al caer en cuenta de que era el mismo que pedía limosna
sentado en la Puerta Hermosa, quedaron estupefactos y desconcertados ante lo sucedido.
PALABRA DE
DIOS
(El monitor
invita a realizar las tres partes: Lectura, meditación y oración)
Monitor.-
Hermanos elevemos al Padre nuestras oraciones en común, diciendo:
SEÑOR, AYÚDANOS A CAMINAR CONTIGO
1.- Por nuestra parroquia, que como Pedro
y Juan, sepa aparecer ante los que nos esperan, con humildad, pobreza, mostrando el auténtico
rostro de Cristo.
SEÑOR, AYÚDANOS A CAMINAR CONTIGO.
2.- Para que en nuestras acciones
parroquiales sepamos descubrir que lo que realmente podemos ofrecer de valor es
al mismo Cristo y su mensaje liberador.
SEÑOR, AYÚDANOS A CAMINAR CONTIGO
3.- Que todos nuestros grupos sepan
acercarse a los tullidos de nuestras barriadas, sepan descubrir a los que nos
están interpelando.
SEÑOR, AYÚDANOS A CAMINAR CONTIGO.
(Oraciones
libres)
PADRENUESTRO
B.- CONOCEMOS: ¿Qué es la
Parroquia de la Asunción? |
a)
¿Qué es una
parroquia?
“La
parroquia es en la Iglesia de Jesucristo, la primera comunidad de vida
cristiana, comunidad de proporciones humanamente abarcables, de modo que el
pastor pueda conocer a sus ovejas y las ovejas a su pastor. Está vinculada al
suelo y a las tradiciones locales... Es un hogar de la vida religiosa y de
irradiación misionera” (Pío XII)
“Es una determinada comunidad de
fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura
pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco,
como su pastor propio. Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para
la celebración dominical de la Eucaristía” (Catecismo 2179)
La parroquia debe “promover y revitalizar su vida comunitaria y evangelizadora. Todos los miembros de la comunidad parroquial están llamados a participar activamente en las diversas tareas de la parroquia. Esta debe atender... a la realidad concreta de la comunidad humana en la que está implantada” (Sínodo Diocesano 84)
La
parroquia debe ser “como la fuente de la aldea, a la que todos acuden para
saciar su sed” (Beato Juan XXIII)
b) Breve historia de nuestra
parroquia.
Fundada en 1248, tiene actualmente 752 años de existencia. Durante
los primeros años y hasta principios del siglo XVI, subrayando los rasgos
esenciales de la misma pueden decir que la vida parroquial quedaba reducida a
la actividad del párroco y demás sacerdotes, que eran administradores de los
sacramentos y de las rentas que les reportaban los beneficios de los que eran
titulares.
La reforma de
la Iglesia que propicia el Concilio de Trento en el Siglo XVI, favorece el
desarrollo de la vida de nuestra parroquia. Los sacerdotes son urgidos a ser
pastores de sus feligreses. Los seglares empiezan a participar más activamente
en la vida parroquial, aunque sea en las tareas del culto: tocar las campanas,
dirigir el coro, recaudar las rentas para las fiestas, participar en las
cofradías y en las clavarías de algunas
fiestas etc.
El Concilio
Vaticano I a mitad del siglo XIX, marca una nueva etapa en la vida de nuestra
parroquia. El crecimiento demográfico y los cambios sociales y políticos
producidos en Torrent, plantean a la Iglesia el compromiso de evangelizar esa
nueva realidad. Ese compromiso evangelizador significa una reforma del clero,
una presencia evangelizadora de las órdenes religiosas y una acción comprometida de los laicos. No sólo continúa
la actividad de las cofradías y de todo lo que fue la religiosidad popular en la
etapa anterior, sino que la Asunción, sobre todo a partir de la mitad del siglo
XX, da un nuevo impulso a la catequesis y al compromiso social. Buena prueba de
ello es la creación de los centros catequéticos y de las nuevas parroquias; del
Círculo Católico, de la Caja de Ahorros y de la cooperativa de viviendas; de la
acción católica especializada, de los campamentos, de la piscina y del teatro
parroquial. Termómetro de esta rica vida parroquial, son el gran número de
sacerdotes, religiosas, religiosos y seglares comprometidos hijos de Torrent, y
sobre todo los muchos mártires que han entregado su vida, dando testimonio de
la fe cristiana.
II.- EL HOY DE NUESTRA PARROQUIA: LUCES Y SOMBRAS
a)
El hoy de nuestra parroquia.
En
la actualidad nuestra parroquia integrada por cerca de cinco mil familias,
tiene unos quince mil feligreses, de los cuales un 40% son menores de 24 años y
alrededor de dos mil participan en la misa dominical.
Un
60% de nuestros feligreses son inmigrantes, “forasters” como los llama la gente,
fundamentalmente de Cuenca y Andalucía. El 40% restante son de Torrent. Esta
división entre “els forasters y els de Torrent”, marca mucho toda la vida de la
parroquia.
Nuestra
feligresía que había permanecido estable a lo largo de los últimos 25 años,
actualmente está experimentando un gran crecimiento demográfico, sobre todo en
la zona del Molí.
Luces.
Son más de 700 los
agentes de pastoral que animan la rica vida de nuestra comunidad parroquial,
distribuidos en las siguientes actividades:
·
Los matrimonios guías y los animadores jóvenes de la catequesis
familiar para los niños de primera comunión; el movimiento junior y juvenil, y
el movimiento de jóvenes de La Asunción;
·
Los grupos de novios, matrimonios y Caná (mujeres separadas); los
grupos de evangelización, de liturgia de jóvenes y adultos; los grupos de vida
ascendente; los grupos de revisión de vida de adultos;
·
La presencia semanal de la parroquia, en las casas y en las
residencias de los enfermos y de los mayores, a través de los ministros extraordinarios
de la Comunión y de la fraternidad de enfermos; cáritas: acogida, inmigrantes y
solidaridad con los parados; miembros del grupo de acogida para: secretaría,
casa abadía y Centro Madre de los Desamparados; las tres hermandades de Semana
Santa y las nueve cofradías;
·
Los miembros integrados en el grupo de la “acogida” (la mayoría son
jubilados). Son los que están en las puertas del templo, de secretaría, de la
casa abadía y de la casa grande. Son el rostro de Cristo que acoge a todos los
que se acercan por cualquier motivo a nuestra parroquia, para servirles.
·
La colaboración económica de los feligreses es también generosa, tanto
para sufragar los gastos habituales de la vida parroquial y de las obras de
restauración del templo, como en la
colaboración hacia afuera con las misiones y compromisos de caridad.
·
Cabe destacar como una de las realidades más hermosa de nuestra
comunidad parroquial: los mártires que dieron su vida en testimonio de su Fe;
los trece hijos misioneros que tiene en la actualidad y el gran número de
religiosas, religiosos y sacerdotes.
b) Sombras
·
La separación entre “els que son
de casa y els forasters”. Esa separación puede generar una actitud cerrada,
que en alguna medida impide que “els
forasters”, que sufren el desarraigo de sus comunidades de origen, puedan
integrarse en nuestra comunidad en plan de igualdad. Las fallas, las
hermandades y algunos grupos de la parroquia, van favoreciendo lentamente esa
integración.
·
El clericalismo. Se quiere que el sacerdote esté en todo, pero en
muchos casos no se le busca como pastor, sino para que avale lo que la gente
quiere conseguir. Cuesta mucho que los seglares asuman su responsabilidad.
·
Él “ser de la Asunción”, da un sentimiento de superioridad sobre los
feligreses de las otras parroquias de Torrent. La grandiosidad del templo y los
muchos años de historia, favorecen una religiosidad basada en la ostentación,
la tradición y las costumbres.
·
A veces las celebraciones de bodas, entierros y fiestas, tienden a ser
ostentosas, más actos externos de acontecimientos sociales, que celebraciones
religiosas. La fuerza de la rutina es poderosa, el “siempre se ha hecho así”
aparece como argumento definitivo.
·
La falta de compromiso social y político de los feligreses. La fuerza
de la comunidad parroquial, puede quedar
agotada en la rica vida cultural.
·
La cultura actual “consumista-hedonista, agnóstica y materialista”
está ganando rápidamente terreno y las manifestaciones religiosas están queriendo
ser reducidas al campo del folklore local.
C.- REFLEXIONAMOS: LOS RETOS DE LA PARROQUIA |
a) Pasar de ser una comunidad
clerical, cultural y rutinaria, a ser una comunidad, acogedora y sencilla, -que
busca tener espacio para todos, especialmente para los pobres y marginados- con
espíritu misionero, comprometida con el mundo de los pobres y marginados.
b) Ser la servidora, la hermana
mayor, de las otras seis parroquias de Torrent. No querer ser la primera
siempre y en todo, alegrarse con el crecimiento de las otras y colaborar con
ellas.
c) Cuidar mucho el espíritu de
acogida para con todos los que a ella se acercan.
d) Hacerse presente en las nuevas
zonas de la feligresía. No tener mentalidad conservadora, sino abrirse a los
“nuevos feligreses” buscando su integración en la parroquia.
e) Poner toda su riqueza
parroquial, al servicio de los hermanos necesitados: Inmigrantes, parados,
enfermos terminales etc. Evangelizar el mundo de los pobres y el de los ricos,
desde los pobres y con los pobres.
f) Cuidar los tres momentos de la
evangelización: La llamada misionera, la formación catequética y el compromiso
social y eclesial.
g) Hacer de la Eucaristía
Dominical, el centro de la vida de la parroquia y de cada uno de los
feligreses.
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