Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

Inicio

Indice

 

 

Campamento Juveniles 2002

 

ORACIONES

 

Aquí proponemos una serie de oraciones para preparar los diferentes momentos de encuentro con el Señor en el campamento, al levantarse, al acostarse, las celebraciones...

 

- Citas evangélicas que tienen que ver con el padrenuestro con algún comentario:

 

“Padre nuestro que estás en los cielos”

Mt. 5, 23-24

Lc. 15, 11-31

Rom. 8, 15

Col. 3, 1-4

1 Jn 3,1

 “Santificado sea tu nombre”

“Venga a nosotros tu reino”

            Lv. 19, 2

            Ex. 3, 14-15

            Mt. 5, 1-13

Conclusiones:

Lv 19,2: - amarás a Dios sobre todas las cosas

   - santificarás las fiestas.

Reconocemos la santidad de Dios y por medio de ésta intentamos alcanzar la nuestra.

La importancia del Domingo en la vida del cristiano.

 

Ex. 3, 14-15:

Dios es omnipotente. Dios que se manifestó a nuestros antepasados nunca ha dejado de estar con nosotros.

 

 

Mt 5, 1-13

Bienaventuranzas:

 

“Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”

“Danos hoy nuestro pan de cada día”

 

Rm. 12, 2-3

Hacer la voluntad de Dios y no la nuestra. No seguir los criterios que impone el mundo. Transformarse.

Lc. 22, 42

Jesús asume la voluntad de su Padre hasta el extremo de la muerte.

Mt. 5, 45

Todos somos iguales ante Dios. La voluntad de Dios es igual para todos

Mt. 6, 25-35

Es más importante el interior. Tenemos que preocuparnos por el ser y no por el tener. Trabajo, servicio. Confianza en Dios.

Jn. 6, 41-42; 51; 58.

Jesús = pan = alimento = Eucaristía.

Jesús es el pan de la vida y nos invita a que nosotros seamos pan y nos partamos.

“Perdona nuestra ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”

“No nos dejes caer en la tentación y  líbranos del mal. Amén.”

 

Mt 5, 43-44:

Comunicación.

Abrirse a los demás.

Intentar que los chavales se comporten tal y como son.

Mt. 10, 16

Actitudes que van contracorriente de la sociedad.

Lo que se transmite tiene que integrar toda mi vida, actitudes en el día a día.

Uno de los grandes pecados es no sentirse ofensor (pecador).

Mt 18, 23-25

Es pecado no aprovechar los dones que se nos regalan.

Lc. 18, 13

Hacer las cosas de corazón.

Hacer las cosas desde la oración.

Reconocerse limitado.

Jn. 4, 20

Para orar cualquier momento es bueno

En la tentación... de creernos superiores (lo inmediato, la fácil).

Caer en la tentación de centrar toda mi acción  en mis fuerzas y no desde Dios.

Jn. 17, 11

Que en mi oración y en mi vida tiene que contar el otro.

Sentirnos responsables de lo malo que hay en el mundo

La fuerza de voluntad para no caer en la tentación, es la oración.

Si tenemos a Dios a nuestro lado, da igual quien esté contra nosotros.

Rom. 8, 31

Ignorar las escrituras es ignorar a Cristo.

El mal es la ausencia de Dios.

Cuanto más esté Dios en mi vida menos existirá el mal.

 

HUELLAS EN LA ARENA

 

Una noche un hombre tuvo un sueño. Soñó que caminaba a 1o largo de una playa con el Señor a su lado. A través del cielo, en fulgurantes destellos, veía pasar escenas de su vida.

 

Percibió que con cada una de las escenas se iban grabando sobre la arena dos pares de huellas: las suyas y las que pertenecían al Señor.

 

Cuando la última escena apareció, se volvió para ver la estela de huellas y se dio cuenta entonces de que muchas veces, a lo largo del camino, habían quedado sólo un par de huellas sobre la arena.

 

Observó también que esto había sucedido en los momentos más depresivos y tristes de su vida. Realmente se intranquilizó y preguntó al Señor:

 

"Señor, Tú una vez me dijiste que si decidía seguirte caminaríamos juntos a lo largo del sendero, pero ahora veo que, en los momentos más difíciles y necesitados de mi vida, hay solo un par de huellas sobre la arena. No comprendo el porque. Cuando más te he necesitado, tú me abandonaste".

 

El Señor le respondió:

 

"Querido, amado hijo mío: yo te amo mucho, mucho y nunca te abandonaré. Durante los días de pruebas y sufrimiento, cuando viste un par de huellas sobre la arena, es porque Yo te llevaba en brazos".

 

(José Manuel Fernandez)

 

 

 

- Oración por la paz

Señor haced de mí un instrumento de paz.

Que allí donde haya odio, ponga yo amor;

donde haya ofensa, ponga perdón;

donde haya discordia, ponga unión;

donde haya error, ponga verdad;

donde haya duda, ponga fe;

donde haya desesperación, ponga esperanza;

donde haya tinieblas, ponga vuestra luz;

donde haya tristeza, ponga yo alegría;

 

Oh Maestro,

que no me empeñe tanto en ser consolado,

como en consolar;

en ser comprendido, como en comprender;

en ser amado, como en amar;

pues dando, se recibe;

olvidando, se encuentra;

perdonando, se es perdonado;

muriendo, se resucita a la vida eterna.

 

 

ORACION: "Padre", de Carlos Foucauld

Padre:

Me pongo en tus manos.

Haz de mí lo que quieras

Sea lo que sea,

Te doy las gracias.

Estoy dispuesto a todo.

Lo acepto todo,

Con tal que tu plan vaya delante

En toda la humanidad y en mí.

Ilumina mi vida con la luz de Jesús.

No vino a ser servido,

vino a servir.

Que mi vida sea como la de él: servir.

Grano de trigo que muere en el surco del mundo.

Que sea así de verdad, Padre.  

Te confío mi vida.

Te la doy.

Condúceme.

Envíame aquel espíritu que movía a Jesús.

Me pongo en tus manos,          

enteramente,

sin reservas,

con una confianza absoluta

porque Tú eres... MI PADRE

 

ORACIONES SABADO 13-07-02

 

Lecturas del día:

Mt. 5,23-24 , Rom. 8,15 , 1 Jn. 3,1 , Ef, 2,14 (Muro), Jn 13,34-35 (El mandamiento del amor)

 

Oración y acción de gracias

 

Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios,

Padre santo y justo,

Señor rey del cielo y de la tierra,

por ti mismo te damos gracias, porque,

por tu santa voluntad y por tu único Hijo con el Espíritu Santo,

creaste todas las cosas espirituales y corporales,

y a nosotros, hechos a tu imagen y semejanza, nos pusiste en el paraíso.

Y nosotros caímos por nuestra culpa.

 

Y te damos gracias porque,

así como por tu Hijo nos creaste,

así, por tu santo amor con el que nos amaste,

hiciste que él, verdadero Dios y verdadero hombre,

naciera de la gloriosa siempre Virgen la beatísima santa María,

y quisiste que nosotros, cautivos, fuéramos

redimidos por su cruz y sangre y muerte.

 

Y te damos gracias porque

ese mismo Hijo tuyo vendrá en la gloria

de su majestad

a enviar al fuego eterno a los malditos,

que no hicieron penitencia y no te conocieron,

y a decir a todos los que te conocieron

y adoraron y te sirvieron en penitencia:

 

Venid, benditos de mi Padre,

recibid el reino

que os está preparado desde

el origen del mundo (cf. Mt 25,34).

Y porque todos nosotros,

miserables y pecadores,

no somos dignos de nombrarte,

imploramos suplicantes que nuestro Señor Jesucristo,

tu Hijo amado, en quien bien te complaciste,

junto con el Espíritu Santo Paráclito,

te dé gracias por todos como a ti y a él os place,

él que te basta siempre para todo

y por quien tantas cosas nos hiciste. Aleluya.

 

Y a la gloriosa madre,

la beatísima María siempre Virgen,

a los bienaventurados Miguel, Gabriel y Rafael,

y a todos los coros de los bienaventurados serafines,

querubines, tronos, dominaciones, principados,

potestades, virtudes, ángeles, arcángeles,

a los bienaventurados Juan Bautista,

Juan Evangelista, Pedro, Pablo,

y a los bienaventurados patriarcas,

profetas, Inocentes, apóstoles, evangelistas,

discípulos, mártires, confesores, vírgenes,

a los bienaventurados Elías y Enoc,

y a todos los santos que fueron y que serán y que son,

humildemente les suplicamos por tu amor

que te den gracias por estas cosas como te place,

a ti, sumo y verdadero Dios,

eterno y vivo, con tu Hijo carísimo,

nuestro Señor Jesucristo,

y el Espíritu Santo Paráclito,

por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

 

 

Creo en Dios

 

Creo en Dios, que ama a su pueblo y camina siempre con él.

Creo en la fuerza del Espíritu de Jesús que nos impulsa a un testimonio de vida.

Que nos convoca a vivir en comunidades de la memoria, resistencia y esperanza.

Creo en Jesús que abre los ojos de las organizaciones para que tomen conciencia de que están para servir a su pueblo con justicia y desde sus derechos.

Creo en Jesús que hace posible que tengamos vida y vida en abundancia.

Creo en Jesús que sostiene nuestra esperanza frente a los sufrimientos.

Creo en Jesús que nos convoca, nos une y nos envía a seguir su misión, en nuestro pueblo, en nuestro país y en el mundo. Amén

 

 

Nunca había contemplado un perchero

 

Nunca había contemplado un perchero, y éste ni siquiera lo había visto;

pero, al descubrirlo, me detuve ante él y lo observé detenidamente.

Es de madera, coronado por seis brazos, sin apoyos, en equilibrio sobre tres patas, delgado. Se adapta a la esquina, donde pasa desapercibido, y se ofrece a cualquiera que pasa por allí.

Hoy está solo, sin nada de nadie, semiolvidado, pero tiene su encanto.

Señor, hoy el perchero me recuerda lo importante que es tener los brazos dispuestos, abiertos a cualquiera, aunque no siempre hagan falta, aunque a veces se olviden de uno.

Estar ahí, dispuesto al que llega; sin un gran apoyo, sólo en tres finas patitas.

Estar siempre ahí, en tu sitio, firme, tal como eres.

Estar, ser...

Hoy, Señor,

deseo pedirte que, de vez en cuando, me recuerdes el modelo de mi amigo el perchero: que aprenda a dar lo que soy, poco o mucho, que aprenda a estar siempre ahí, dispuesto para quien lo necesite, que ame mi rincón.

Y, Señor, que sepa aceptar con paz mi propia soledad, el hecho de que, a veces, la gente que quiero, en vez de colgar el abrigo en el perchero, prefieran dejarlo encima de una silla.

 

Padre Nuestro desde Dios

 

Hijo mío que estás en la tierra, preocupado, solitario, tentado; yo conozco perfectamente tu nombre, y lo pronuncio como santificándolo, porque te amo.

No, no estás nunca solo, sino habitado por mí, y junto construimos ese Reino, del que tú vas a ser heredero.

Me gusta que hagas mi voluntad, porque mi voluntad es que seas feliz, ya que la gloria de Dios es el hombre viviente.

Cuenta siempre conmigo y tendrás pan para hoy; no te preocupes, sólo te pido que sepas compartirlo con tus hermanos.

Sabes que perdono tus ofensas antes incluso de que las cometas; por eso te pido que hagas lo mismo con los que te ofenden.

Para que nunca caigas en la tentación, tomate fuerte de mi mano y yo te librare del mal, mi pobre y querido hijo mío.

 

 

Bienaventuranzas de la Solidaridad

 

Felices los que siguen al Señor

por la senda del buen Samaritano.

Los que se atreven a andar tras sus pasos

A superar las dificultades del camino.

A vencer los cansancios de la marcha.

Los que al andar van trazando

sendas nuevas

para que otros sigan,

entusiasmados,

y continúan la obra del Señor.

Los que, atentos y presurosos,

cambian su ruta

para salir al encuentro

del Señor vivo en el que sufre,

tan presente en estos tiempos,

tan cercano para algunos,

para otros tan lejano.

Felices los que dan la vida por los demás.

Los que trabajan duro

por la justicia anhelada.

Los que construyen el Reino

desde lugares remotos.

Los que, anónimos y sin primeras planas,

entregan su vida para que otros vivan más y mejor.

Los que con su diario sacrificio

abren huellas de humanidad nueva

en un mundo mellado por el egoísmo neoliberal

del "dios-mercado".

 

Felices TODOS los que trabajan por los pobres.

 

desde los pobres.

Junto a los pobres.

Con corazón de pobre.

Contemplando a diario

la hermana muerte, temprana,

injusta, dolorosa,

en los rostros de los niños olvidados,

sin salud, ni educación, ni juegos

(infancias robadas por miles

en mi continente sufrido desde antaño).

Felices los que viven solidarios

dejando el asfalto limpio y prolijo

para caminar los senderos pedregosos, polvorientos

que abren al mundo de los que no cuentan

en los números o estadísticas de los ministerios de turno.

 

Felices los que aman al hermano concreto.

Los que no se van en palabras

sino que muestran su amor verdadero

en obras de vida, de compañía y de entrega sincera.

Felices los que enseñan,

los que intentan que todos aprendan

sin distinciones de color, piel o dinero.

Felices los que comparten sus bienes

Don-regalo del Buen Dios

para vivir como hermanos

y demostrarlo en la práctica.

Los que no guardan con egoísmo

sino que brindan y comparten.

 

Felices los que caminan juntos,

en búsqueda comunitaria

del Reino de Vida Nueva

y Fraternidad Realizada.

Los que se ayudan

en las buenas y en las malas,

los que aprenden

que mas pueden dos juntos que uno solo.

 

Felices TODOS los que piensan primero

en el hermano

y que encuentran su alegría

y el gozo

y el sentido de la vida

en trabajar por los demás

y por el Reino

y por el Señor vivo en medio nuestro.

Olvidado,

marginado,

solo y abandonado

en los rostros de jóvenes

de indígenas, de ancianos

de mujeres solas

de desempleados

y de tantos otros (como nos dice Puebla

y los obispos latinoamericanos)

 

FELICES , SEÑORES,

y alzo la voz para que escuchen todos –

LOS QUE LOS QUE VIVEN

EL MANDAMIENTO PRIMERO

QUE ES AMOR A DIOS EN EL HERMANO.

Y en estos días de final de siglo

por tanto egoísmo e indiferencia signados,

felices los que encuentran

Que este amor

Hoy

se revela en un camino:

ser solidario,

SER SOLIDARIO.

Marcelo A. Murúa

 

 

El fruto de...

 

El fruto de sentirse querido es querer.

El fruto de sentirse regalado es regalar.

El fruto de sentirse amado es amar.

El fruto de sentirse acogido en la mesa es acoger.

El fruto de sentirse llamado por el nombre es nombrar al otro.

El fruto de sentirse hijo es llamar al otro hermano.

El fruto de sentirse alimentado por Dios es compartir.

El fruto de sentirse lavado es tomar la toalla y lavar.

El fruto de sentirse convocado es convocar.

El fruto de participar en la eucaristía es abrir las puertas del corazón y no reservar nada

Para uno mismo, porque quien nos convoca sé a repartido sin reservarse nada para sí.

El fruto de participar en la eucaristía es comenzar a vivir de otra manera:

Como hombres y mujeres nuevos que comparten y que se reparten.

 

Padrenuestro.

 

Padre nuestro, tú nos has elegido desde el principio

para que reproduzcamos en nosotros los rasgos de tu Hijo,

de modo que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Nos has llamado, nos has hecho participes de tu gloria.

La garantía es el Espíritu que has puesto en nuestros corazones.

Hijos tuyos son los que se dejan guiar por tu Espíritu, Padre.

No hemos recibido un espíritu que nos convierta en esclavos;

por el contrario, tu Espíritu nos transforma en hijos

y nos permite exclamar: ¡Padre!

Si somos hijos, también somos herederos.

Si participamos con Cristo en sus sufrimientos

también compartiremos la gloria con él.

Ayúdanos, Padre bueno,

a comprender que nuestro cuerpo es templo tuyo.

y que el Espíritu habita en nosotros.

Que ya no somos nuestros propios dueños,

pues fuiste tú quien pagó nuestro rescate,

y por tanto, te hemos de glorificar con nuestro cuerpo.

Haz que tengamos un mismo sentir,

que vivamos en paz, para que tú, Dios del amor y de la paz,

estés con nosotros, y tu amor,

y la comunicación del Espíritu Santo

estén en todos nosotros.

Padre, creemos que uno solo es el cuerpo y uno solo el Espíritu,

como una sola es la esperanza a que hemos sido llamados.

Sólo hay un Señor, sólo una fe, sólo un bautismo,

solo un Dios, Padre de todo en nosotros, que a todos dominas,

por medio de todos actúas y en todos vives.

Si vivimos en tu amistad, no vivimos según la carne, sino en el Espíritu,

y tu espíritu, Dios nuestro, habita en nosotros.

Somos tu carta, Padre, escrita no con tinta,

sino con el espíritu de tu Hijo; no en tablas de piedra,

sino en la tabla de nuestro corazón humano.

Te pedimos, Padre, que derrames sobre nosotros los tesoros de tu bondad;

que tu Espíritu nos llene de fuerza y de energía

Hasta lo más íntimo de nuestro ser;

que Cristo habite, por medio de la fe, en el centro de nuestra vida;

que el amor nos sirva de cimiento y de raíz.

Seremos así capaces de entender, con todos los creyentes,

cuán largo y ancho, cuán alto y profundo

es el amor de Cristo; tu amor, Padre,

un amor que desborda toda ciencia humana

y nos colma de la plenitud misma de tu ser.

Padre, tú has derramado en nuestros corazones tu amor,

manifestando en Jesucristo, por medio de tu Espíritu Santo;

y nosotros, en comunión con tu Espíritu, con Jesús, nuestro hermano,

te llamamos con el corazón gozoso: ¡Abba, Padre!

 

Padrenuestro de la deuda externa.

 

Padre Nuestro, de todos nosotros, hombres y mujeres,

sabemos que sufres viendo desde el cielo

que aquí, en nuestra tierra, el rico

ejerce su imperio, sobre el pobre.

Oye nuestras voces, oye nuestro ruego

Tu est

s caminado, de nuevo,

con los pueblos que, por el desierto,

caminan buscando que se haga tu Reino.

Sé tú nuestra fuerza y nuestro aliento.

Que no desfallezca nunca nuestro empeño en luchar buscando

ese mundo nuevo de tu voluntad

donde lo importante ya no sea el dinero,

con sabor a sangre, obtenido de los pobres pueblos,

sino el hombre pleno en su dignidad.

Danos tú el aliento.

Mira que nos roban, cada día el pan de nuestros esfuerzos

diciendo que debemos lo que NO DEBEMOS

pues nos nuestros hijos, tus hijos pequeños

los que sin arroz, sin casas, sin médicos,

crecen como árboles, carentes de riego,

en tierra agrietada con troncos resecos.

Nosotros sabemos querer perdonar

lo que ellos no deben, que ellos nos perdonen lo que,

según dicen nosotros debemos.

Líbranos, Señor, de este mal que es cerco que aprieta asfixia.

Que todos los pueblos te santifiquemos siendo solidarios

Este es nuestro anhelo y también el tuyo

Amén, Padre Nuestro.

 

Padrenuestro de la paz.

PADRE,

que miras por igual a todos tus hijos

a quienes ves enfrentados.

NUESTRO, de todos.

De los cerca de 5.000 millones de personas,

que poblamos la tierra,

sea cual sea nuestra edad,

color o lugar de nacimiento.

QUE ESTÁS EN EL CIELO,

y en la tierra, en cada hombre,

en los humildes y en los que sufren.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE,

pero no con el estruendo de las armas,

sino con el susurro del corazón.

VENGA A NOSOTROS TU REINO,

el de la paz, el del amor.

Y aleja de nosotros

los reinos de la tiranía y de la explotación.

HÁGASE TU VOLUNTAD

siempre y en todas partes.

En el cielo y en la tierra.

Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder.

DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA

que está amasado con paz, con justicia, con amor.

Aleja de nosotros el pan de cizaña

que siembra envidia y división,

porque mañana puede ser tarde:

la guerra amenaza y algún loco puede iniciarla.

PERDONA NUESTRAS OFENSAS

no como nosotros perdonamos,

sino como Tú perdonas, sin dar lugar al odio.

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN

de almacenar lo que no nos diste,

de acumular lo que otros necesitan,

de mirar con recelo al de enfrente.

LÍBRANOS DEL MAL QUE NOS AMENAZA:

de las armas, del poder, de la sociedad de consumo,

de vivir montados en el gasto, porque somos muchos, Padre,

los que queremos vivir en paz.

 

Padrenuestro de los padres.

 

PADRE NUESTRO...

de todos nosotros que también somos padres,

que hemos dado vida a nuestros hijos

y que los amamos más que a todo.

QUE ESTÁS EN EL CIELO...

y también en la tierra entre nosotros:

en las realidades de cada día,

en la intimidad de nuestro matrimonio

y en el corazón de cada uno de nuestros hijos.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE...

que reconozcamos que tú eres Santo y Bueno;

que comprendamos que sólo eres Amor;

que creamos que tú te enterneces cuando nos miras

como lo hacemos nosotros cuando miramos a nuestros hijos.

VENGA A NOSOTROS TU REINO...

en el mundo y en nuestro hogar:

que reine un clima de paz, de estimación, de alegría;

que estés presente en nuestros pensamientos y actuaciones,

en las dificultades y en el bienestar.

HÁGASE TU VOLUNTAD...

aunque no la entendamos, porque estamos seguros de tu amor,

y que nunca deseemos,

ni para nosotros ni para nuestros hijos,

nada que pueda perjudicar.

EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO

en las cosas importantes y en las pequeñas,

en las cosas materiales y en las espirituales,

para que podamos ayudar a nuestros hijos

a empezar a vivir, ya en la tierra, pedacitos de cielo.

DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA...

todo lo que nos tiene que dar fuerza:

tu Palabra y tu presencia;

aquello que nos es imprescindible para la vida de cada día:

esfuerzo, paciencia, ternura, capacidad de perdón...

PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN

NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN...

que creamos en tu perdón y que, como tú, deseemos perdonar cada día

a los que nos molestan o no nos comprenden,

a los que se muestran desagradecidos o poco delicados...

sobre todo a los de casa

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN...

en la tentación del desánimo, del cansancio,

de la desconfianza entre nosotros,

de la exigencia sin misericordia,

de la condescendencia sin firmeza.

Y LÍBRANOS DEL MAL...

del mal y de hacer el mal,

de los desaciertos en la educación de los hijos,

de la incomprensión entre los esposos,

de la autosuficiencia, rigidez y tristeza,

para que podamos vivir en tu presencia

toda la familia unida y esperanzada,

ahora y siempre.

Y, ASÍ, NO DEJEMOS NUNCA DE SER SAL Y LUZ

PARA NUESTROS HIJOS!

 

 

 

Oración al acabar el día.

Se acaba el día, Señor.

Ha habido de todo:

momentos felices y momentos de dolor,

aciertos y equivocaciones.

 

A esta hora quiero acudir de nuevo a Ti,

para dejar en tus manos todo mi día.

 

Gracias por mis buenas obras.

Disculpa mis errores.

 

Todo lo pongo ante tu mirada de Padre.

Sé que me amas tal y como soy.

 

Sé, también, que mañana me ayudarás

a que las cosas me "salgan" mejor.

 

A tus manos entrego mi sueño y mi descanso,

porque sé que nunca me dejas solo.

 

Buenas noches, Señor.

Dame, Señor,

un buen descanso en la noche

y un nuevo amanecer ilusionado

y comprometido con tu Causa.

 

Oración al comenzar un nuevo día.

Buenos días, Señor.

Un nuevo día que me regalas.

 

Gracias con toda la fuerza

de que soy capaz.

Gracias por este nuevo amanecer.

Gracias por este nuevo empezar.

Gracias por tu presencia

que me acompañará en toda la jornada.

 

Quiero comenzar este nuevo día

con entusiasmo,

con alegría reestrenada,

con ilusión nueva.

 

Me da seguridad el saber

que Tú estas a mi lado:

en mi familia, en mis amigos,

en la gente con la que me voy a encontrar,

en mi propia persona.

 

Te ofrezco mi trabajo de este día.

Que mi esfuerzo sea fecundo,

sirva para la felicidad de los demás

y me ayude a encontrar mi propia paz.

 

Que, con mi trabajo, mi día sea un pedacito

del mundo que busco y sueño.

Ayúdame a llenarlo de entrega y amor.

 

Señor, que hoy viva de tal manera

que cuantos se acerquen a mi

descubran tu presencia y tu ternura.

 

Buenos días, Señor.

Un nuevo día que me regalas.

 

Oración de la mañana

Señor, en el silencio de este día que nace, vengo a

pedirte paz, sabiduría y fuerza.

Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor.

Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.

Ver a tus hijos detrás de las apariencias, como los

ves tu mismo, para así poder apreciar la bondad de cada uno.

Cierra mis oídos a toda murmuración. Guarda mi lengua

de toda maledicencia.

Que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en

Quiero ser tan bienintencionado y bueno que todos lo

que se acerquen a mi sientan tu presencia.

Revísteme de tu bondad señor y haz que en este día yo

te refleje.

Amén

 

Padre Nuestro, Dios y tu

TU: Padre Nuestro que estás en los cielos..

DIOS: Si.. Aqui estoy..

TU: Por favor ... no me interrumpa, estoy orando!

DIOS: Pero tu me llamaste!..

TU: Llame? No llame a nadie. Estoy orando.... Padre Nuestro que estás en los cielos...

DIOS: Ah!!! Eres tu nuevamente.

TU: ¿Cómo?

DIOS: Me llamaste!, Tu dijiste: Padre nuestro que estás en cielos... Estoy aqui. ¿En que te puedo ayudar?

TU: Pero no quise decir eso. Estoy orando. Oro el Padrenuestro todos los días, me siento bien orando asi. Es como cumplir con un deber. Y no me siento bien hasta cumplirlo.

DIOS: Pero como puedes decir Padre Nuestro, sin pensar que todos son tus Hermanos, ¿Cómo puedes decir que estás en los cielos, si no sabes que el cielo es paz, que el cielo es amor a todos...

TU: Es que realmente, no habia pensado en eso.

DIOS: Pero.. prosigue tu oracion.

TU: Santificado sea tu nombre...

DIOS: Espera ahi! ¿qué quieres decir con eso?

TU: Quiero decir... quiero decir, y... lo que significa. Como lo voy a saber? Es parte de la oración. Solo eso!

DIOS: Santificado significa digno de respeto,Santo, Sagrado.

TU: Ahora entendí. Pero nunca habia pensado en el sentido de la palabra SANTIFICADO. Venga a nosotros tu reino, hagase tu voluntad, asi en la tierra como en el cielo..."

DIOS: Estás hablando en serio?

TU: Claro! ¿Por que no?

DIOS: Y que haces tu para que eso suceda?

TU: ¿Cómo que hago? Nada!!... Es que es parte de la oración, hablando de eso... seria bueno que el Señor tuviera control de todo lo que aconteciese en el cielo y en la tierra tambien.

DIOS:

Tengo control sobre ti?

TU: Bueno... yo voy a la Iglesia!

DIOS: No fue eso lo que te pregunte! Que tal el modo en que tratas a tus hermanos, la forma en que gastas tu dinero, el mucho tiempo que das a la televisión, las propagandas por las que corres detrás, y el poco tiempo que me dedicas a Mi?

TU: Por favor. , para de criticar!

DIOS: Disculpa. Pensé que estabas pidiendo para que se haga mi voluntad. Si eso fuera a acontecer.. que hacer con aquellos que rezan y aceptan mi voluntad, el frío, el calor, la lluvia, la naturaleza, la comunidad....

TU: Es cierto, tienes razón... Nunca acepto tu voluntad, pues reclamo de todo: Si mandas lluvia, pido sol.. si mandas sol me quejo del calor, si mandas frío, continuó reclamando, pido salud, pero no cuido de ella, dejo de alimentarme o como mucho

DIOS: Excelente que reconozcas todo eso. Vamos a trabajar juntos tu y yo. Vamos a tener victorias y derrotas. Me esta gustando mucho tu nueva actitud.

TU: Oye Señor, preciso terminar ahora, esta oracion esta demorando mucho mas de lo acostumbrado. Continuo... "el pan nuestro de cada dia danoslo hoy"...

DIOS: Para ahi! ¿Me estas pidiendo pan material? No solo de pan vive el hombre sino tambien de mi Palabra. Cuando me pidas el pan, acuérdate de aquellos que no tienen pan. ¿Puedes pedirme lo que quieras, deja que me vea como un Padre amoroso! Estoy interesado en la ultima parte de tu oración.. continúa...

TU: "Perdona nuestras ofensas, como tambien nosotros perdonamos a los que nos ofenden..."

DIOS: y tu hermano despreciado?

TU: Ves? Oye Señor, el me critico muchas veces y no era verdad lo que decía. Ahora no consigo perdonarlo. Necesito vengarme.

DIOS: Pero.. y tu oración? ¿que quieres decir con tu oración? Tu me llamaste y estoy aqui, quiero que salgas de aqui transformado, me gusta que seas honesto. Pero no es bueno cargar con el peso de la ira dentro tuyo? Entiendes?

TU: Entiendo que me sentiría mejor si me vengara.

DIOS: No! Te vas a sentir peor. La venganza no es buena como parece. Piensa en la tristeza que me causarias, piensa en tu tristeza ahora. Yo puedo cambiar todo para ti. Basta que tu quieras.

TU: Puedes? ¿Pero como?

DIOS: Perdona a tu hermano, y te perdonaré a ti y te aliviaré.

TU: Pero Señor.. no puedo perdonarlo.

DIOS: Entonces no me pidas perdón tampoco!

TU: Estás acertado! Pero solo queria vengarme, quiero la paz Señor. Está bien, está bien: perdono a todos, pero ayudame

Señor!.... Muéstrame el camino a seguir.

DIOS: Esto que pides es maravilloso, estoy muy feliz contigo. Y tu... Como te estás sintiendo?

TU: ¡Bien, muy bien! A decir verdad, nunca me habia sentido asi. Es muy bueno hablar con Dios.

DIOS: Ahora terminemos la oracion.. prosigue...

TU: "No nos dejes caer en la tentación y libranos del mal..."

DIOS: Excelente, voy a hacer justamente eso, pero no te pongas en situaciones donde puedas ser tentado.

TU: y ahora.. ¿que quieres decir con eso?

DIOS: Deja de andar en compañía de personas que te llevan a participar de cosas sucias, secretos. Abandona la maldad, el odio. Todo eso te lleva al camino errado. No uses todo eso como salida de emergencia.

TU: no te entiendo!

DIOS: Claro que entiendes!... Has hecho conmigo eso varias veces. Vas por el camino equivocado y luego corres a pedirme socorro.

TU: Tengo mucha verguenza, perdóname Señor.

DIOS: Claro que te perdono! Siempre perdono a quien esta dispuesto a perdonar también.... Pero cuando me vuelvas a llamar acuerdate de nuestra conversación, medita cada palabra que dices. Termina tu oración.

TU: Terminar? Ah, si, "AMEN!"

DIOS: y que quiere decir.. "Amen"?

TU: No lo sé. Es el final de la oración.

DIOS: Debes decir AMEN cuando aceptas todo lo que quiero, cuando concuerdas con mi voluntad, cuando sigues mis mandamientos, porque AMEN quiere decir ASI SEA , estoy de acuerdo con todo lo que rece.

TU: Se

or, gracias por ensenarme esta oración, y ahora gracias también por hacermela entender.

DIOS: Yo amo a todos mis hijos, pero amo mas a aquellos que quieren salir del error, a aquellos que quieren ser libres del pecado.Te bendigo y permanece en mi paz!

TU: Gracias Señor!. Estoy muy feliz de saber que eres mi amigo.

 

FÁCIL, DIFÍCIL

------------------------------------------------------------------------------------------------------

Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica.

Difícil es ocupar el corazón de alguien.

Fácil es herir a quien nos ama.

Difícil es curar esa herida.

Fácil es dictar reglas.

Difícil es seguirlas.

Fácil es soñar todas las noches.

Difícil es luchar por un sueño.

Fácil es exhibir la victoria.

Difícil es asumir la derrota con dignidad.

Fácil es admirar una luna llena.

Difícil es ver su otra cara.

Fácil es tropezar en una piedra.

Difícil es levantarte.

Fácil es disfrutar la vida todos los días.

Difícil es darle el verdadero valor.

Fácil es orar todas las noches.

Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas.

Fácil es prometerle algo a alguien.

Difícil es cumplirle esa promesa.

Fácil es decir que amamos.

Difícil es demostrarlo todos los días.

Fácil es criticar a los demás.

Difícil es mejorar uno mismo.

Fácil es cometer errores.

Difícil es aprender de ellos.

Fácil es llorar por el amor perdido.

Difícil es cuidarlo para no perderlo.

Fácil es pensar en mejorar.

Difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo.

 

 

 

 

El Padrenuestro de Dios

Hijo m

o que estás en la tierra, preocupado, solitario,

tentado:

Yo conozco perfectamente tu nombre, y lo pronuncio como santificándolo, porque te amo. No, no estás solo, sino habitado por mí,

y juntos construimos este reino del que tú vas a ser el

heredero.

Me gusta que hagas mi voluntad, porque mi voluntad

es que tu seas feliz, ya que la gloria de Dios es el hombre viviente. Cuenta siempre conmigo y tendrás el pan para hoy.

No te preocupes, sólo te pido que sepas compartirlo con tus hermanos. Sabes que perdono todas las ofensas, antes incluso que las

cometas. Por eso te pido que hagas lo mismo con los que a ti te ofenden. Para que nunca caigas en la tentación,

 tómate fuerte de mi mano y yo te libraré del mal, pobre y querido hijo mío.

 

LA MARIONETA

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo,

y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que

pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormir

a poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás

duermen, escucharía mientras los demás hablan, y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate! Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.

Dios m

o, ¡si yo tuviera un corazón!

Escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.

Pintar

a con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios m

o, ¡ si yo tuviera un trozo de vida!... No dejaría pasar un sólo día sin

decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas, pero dejaría que el sólo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.

He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo.

GABRIEL GARCIA MARQUEZ

 

 

PADRE NUESTRO DE LA TV

 

TV NUESTRA QUE ESTAS EN MI CASA

ADORADA SEA TU PANTALLA

VENGAN TUS TANDAS PÙBLICITARIAS

HAGASE TU VOLUNTAD

DE UNA TONTALIZACIÓN GLOBAL DE (TELE)VIDENTES

LOS PROGRAMAS NUESTROS DE CADA DÍA QUE SIGAN HOY

PERDONA NUESTRAS CRÍTICAS COMO NOSOTROS EL HASTÍO

Y NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN DE LEER

MAS LÍBRANOS DE TODA REFLEXIÓN Y PENSAR

PORQUE TUYOS SON LOS HOGARES

Y EL VACÍO DE NUESTRAS MENTES MANIPULADAS.

AMEN. A TI SEA EL LUCRO DEL CONSUMO

 

SALMO DE LA TELEVISIÓN.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

La televisión es mi pastor, nada me faltará. En delicados sillones me hará descansar, me desviará de la fe, destruirá mi alma.

Me guiará por sendas de sexo y violencia por amor al patrocinador.

Aunque ande en valle de sombras de mis responsabilidades cristianas, no temeré interrupción alguna porque la televisión está conmigo.

Sus colores y su control remoto me infundirán aliento. Aderezas comerciales delante de mi, en presencia de mi mundanalidad. Unges mi cabeza con humanismo y consumismo.

Mi codicia está rebosando, ciertamente la flojera y la ignorancia me seguirán todos los días de mi vida, y en mi casa....mirando televisión...Moraré por largos días

 

 

Inicio

Indice