Consejo de Pastoral 2002-03: Campaña de Cuaresma

Nos acercamos a la Cuaresma otra vez. En los últimos años hemos ido trabajando de forma especial los tiempos de Adviento y Cuaresma para vivir con intensidad la Navidad y la Pascua. Esta dinámica de trabajo ha sido provechosa hasta ahora y creemos que ayuda a la comunidad a reflexionar con profundidad. De cara a la Pascua de este año, nos hemos propuesto continuar trabajando la campaña de Cáritas «Los últimos», como ya habíamos empezado en los meses anteriores.

En Adviento ya señalamos que en nuestra área o grupo, existían personas a los que, por diferentes circunstancias, considerábamos como últimos. ¿Quiénes eran?. ¿Por qué lo eran?. Esas preguntas ya las trabajamos y nos sirvieron a toda la comunidad para hacer algunas reflexiones que han servido de mucho. Muestra de ello ha sido la creación del área de la Pastoral de Salud, que englobará a los grupos que trabajan con los enfermos y ancianos y que visitan las residencias o el Asilo, o el impulso que se le quiere dar a la Evangelización y la Misión de la parroquia, buscando al alejado.

Pero no nos podemos quedar en las grandes estructuras. Se nos hace un llamamiento a la conversión radical, como dice el Papa, que ha de nacer desde uno mismo y que puede hacerlo ahora, que vamos a entrar en la Cuaresma. No se trata de hacer nuevas cosas, ni de dar grandes discursos, sino de que, como cristianos, demos una respuesta concreta a los que tenemos alrededor. Por ello, el trabajo de las áreas puede ayudar a que cada uno de nosotros nos identifiquemos con el buen samaritano, con “aquél que se hace «pequeño» y que es capaz de acoger con amor a los hermanos más «pequeños». Desde esa perspectiva, dediquemos unos minutos a leer el mensaje del Papa para la Cuaresma. Contrastémoslo de nuevo con el trabajo que realizamos en Adviento y todo eso pongámoslo delante de nuestra área o grupo para preguntarnos qué podemos hacer para acoger a los pequeños, para ser samaritanos con los últimos.

En este documento tenéis el mensaje de S.S. Juan Pablo II para la Cuaresma de 2004, las preguntas que os ayudarán a trabajar ese mensaje en la dinámica de la campaña de «Los últimos», el esquema de la Vigilia de Cuaresma de este año, que será el 5 de marzo de 2004 a las 22’00, las estaciones del Via Crucis para la vigilia y el calendario de Cuaresma, Semana Santa y Pascua.

Os invitamos a que trabajéis este material, no como un encargo o unos deberes que se os pide que rellenéis por escrito para cumplir un expediente, sino para que os ayuden a seguir en la línea que nos marcamos en diciembre pasado y, en definitiva, vivir mejor la Buena Noticia de Jesús.

Queridos hermanos y hermanas:

Con el rito de la imposición de la Ceniza, inicia el tiempo de la Cuaresma, durante el cual la liturgia renueva el llamamiento a una conversión radical. El tema de este año - “El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe” (Mt 18,5) - ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la condición de los niños. Jesús amó a los niños y fueron sus preferidos .El Señor quiere que la comunidad les abra el corazón y los acoja como si fueran Él mismo: “El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe” (Mt 18,5). Junto a los niños, el Señor sitúa a los “hermanos más pequeños”, esto es, los pobres, los necesitados, los hambrientos y sedientos, los forasteros, los desnudos, los enfermos y los encarcelados. Acogerlos y amarlos, o bien tratarlos con indiferencia y rechazarlos, es como si se hiciera lo mismo con Él, ya que Él se hace presente de manera singular en ellos. En sus palabras, el niño se convierte en la imagen elocuente del discípulo llamado a seguir al Maestro divino con la docilidad de un niño: “Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos” (Mt 18,4).

“Convertirse” en pequeños y “acoger” a los pequeños son dos aspectos de una única enseñanza, que el Señor renueva a sus discípulos en nuestro tiempo. Sólo aquél que se hace “pequeño” es capaz de acoger con amor a los hermanos más “pequeños”.

Haciéndose “obediente hasta la muerte y muerte de cruz” (Flp 2,8), Jesús ha asumido el sufrimiento humano y lo ha iluminado con la luz esplendorosa de la resurrección. Con su muerte, ha vencido para siempre la muerte.

Durante la Cuaresma nos preparamos a revivir el Misterio Pascual, que inunda de esperanza toda nuestra vida, incluso en sus aspectos más complejos y dolorosos. La Semana Santa nos presentará nuevamente este misterio de la salvación a través de los sugestivos ritos del Triduo Pascual.

Queridos hermanos y hermanas, iniciemos con confianza el itinerario cuaresmal, animados por una más intensa oración, penitencia y atención a los necesitados.

Con la sencillez típica de los niños nos dirigimos a Dios llamándolo, como Jesús nos ha enseñado, “Abbá”, Padre, en la oración del Padrenuestro

¡Padre nuestro! Repitamos con frecuencia a lo largo de la Cuaresma esta oración; repitámosla con profunda devoción. Llamando a Dios Padre nuestro, nos daremos cuenta de que somos hijos suyos y nos sentiremos hermanos entre nosotros. De esta manera, nos resultará más fácil abrir el corazón a los pequeños, siguiendo la invitación de Jesús: “El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe” (Mt 18,5).

Con estos deseos, invoco sobre cada uno de vosotros la bendición de Dios por intercesión de María, Madre del Verbo de Dios hecho hombre y Madre de toda la humanidad.

Juan Pablo II.

Para el trabajo en el grupo/ área os proponemos las siguientes preguntas. Intentan ser un cuestionamiento acerca de lo que hemos previsto hacer durante la Cuaresma, la Pascua y el final de curso, de manera que, sin buscar nuevas actividades, podamos cambiar las actitudes que hemos señalado y que nos hacen seguir pasando de largo o dando un “rodeo” ante las realidades de injusticia que hay a nuestro lado.

La vigilia de Cuaresma consistirá en el rezo del via-crucis en el templo parroquial, como en otras ocasiones. La vigilia será el viernes, 5 de marzo a las 22’00.

En la que se explicará el trabajo de las áreas y se preparará un clima de oración.

b) Una persona que lleve la cruz y dos personas que lleven los cirios. (total : cinco personas)

Del evangelio de San Mateo (26, 47-50)

Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de los doce, acompañado de un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo. El traidor les había dado esta contraseña: "Al que yo bese, ése es: detenedlo". Después se acercó a Jesús y le dijo:"¡Salve, Maestro!" Y lo besó. Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿a qué vienes?” Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano para detenerlo.

ESTACIÓN	ÁREA
Jesús en el huerto de los olivos	LITURGIA
Jesús es entregado	JÓVENES
Jesús es condenado por el Sanedrín	ADULTOS
Jesús es negado por Pedro	MATRIMONIO-FAMILIA
Jesús es juzgado por Pilato	CÁRITAS
Jesús es coronado de espinas y flagelado	CATEQUESIS FAMILIAR
Jesús carga con la cruz	EVANGELIZACIÓN
Jesús es ayudado por el cirineo	INMIGRANTES
Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalem	RELIGIOSIDAD POPULAR
Jesús es crucificado	ACOGIDA
Jesús promete su reino al buen ladrón	ECONOMÍA
Jesús, crucificado, la madre y el discípulo	PASTORAL DE LA SALUD
Jesús muere en la cruz	RELIGIOSAS
Jesús es depositado en el sepulcro	SACERDOTES
Jesús resucita	CONSEJO DE PASTORAL

INTRODUCCIÓN AL TRABAJO PARA LA CUARESMA Y LA PASCUA

RESUMEN DEL MENSAJE DE CUARESMA DE S.S. EL PAPA.